La primera decisión pospuesta fue un anuncio sobre los términos de una reestructuración forzada de la deuda por US$40.000 millones, que era esperada ansiosamente por los inversionistas extranjeros. El anuncio fue postergado por segunda vez en una semana, para dar a Chernomyrdin oportunidad de revisar los términos.
Mientras tanto, el parlamento ruso suspendió el debate sobre un programa para encarar la crisis económica hasta que el nuevo gobierno pueda volver a revisarlo. Se esperaba que el debate tuviera lugar esta semana.
Un vocero del Kremlin dijo que el abrupto cambio de gabinete, anunciado el domingo por el presidente Boris Yeltsin, no significaría un gran cambio en el curso global de las reformas de mercado. El curso económico global seguirá sin modificaciones, con la meta de desarrollar la economía de mercado , dijo el portavoz Sergei Yastrzhembsky.
Los analistas no confiaban en que el nuevo equipo de Chernomyrdin lleve a cabo los planes de reforma del gobierno anterior, que son considerados esenciales para la recuperación económica de Rusia. Conociendo los seis años de gobierno de Chernomyrdin, uno tiene que preguntarse si va a haber mucho progreso , dijo Charles Blitzer, director de investigación de mercados emergentes de Donaldson, Lufkin & Jenrette, en Londres. En su administración previa no hubo mucho progreso en temas cruciales como la reforma tributaria, la reestructuración industrial y otros asuntos por el estilo , agregó.
Entre tanto, el ministro de Economía alemán Guenter Rexrodt puso presión sobre Chernomyrdin al afirmar que Alemania no cambiará las condiciones de su programa Hermes, que garantiza la mayoría de los US$30.000 millones que los bancos de ese país han prestado a Rusia desde 1989, siempre que el nuevo gobierno ruso lleve a cabo las reformas prometidas a cambio de un paquete de préstamos por US$22,6 millones del Fondo Monetario Internacional y otros acreedores.