Dos agricultores que se toparon con los muertos al mediodía del domingo y que ayer llegaron al peublo con la mala noticia, dijeron a las autoridades que aparte de los cadáveres no encontraron a nadie en el caserío.
Los campesinos se asustaron y se devolvieron. No se sabe si la gente de Oro Bajo (Sabanalarga) cogió para el monte o para otro lugar, porque el corregimiento está muy lejos de la cabecera municipal , señaló Hernán Díaz, secretario de Gobierno de ese municipio del occidente antioqueño, a 150 kilómetros de Medellín.
Oro Bajo, a orillas del río Cauca, está a 12 horas del área urbana de Sabanalarga, y a tres horas del corregimiento está la vereda La Aurora, donde los paramilitares asesinaron a tres agricultores más.
Precisamente en ese lugar comenzó el recorrido del grupo armado. Allí dieron muerte a Samuel Valencia, Enrique Rojas y Gildardo Arteaga. Luego tomaron el camino a Oro Bajo, donde masacraron a Virgilio Sucerquia, de 60 años; Fernando Chancí, de 42; Floro Chancí, de 50; Luis Angel David, de 23; Luis Elí Sucerquia, de 28 y a otro agricultor que hasta ayer no había sido identificado.
Voceros de la Policía Antioquia dijeron que los cadáveres continuaban en el monte porque hasta ayer no se había conformado una comisión para recogerlos. Un campesino herido durante la incursión armada permanece en el hospital de Sabanalarga.
El alcalde, Francisco Holguín Flórez, afirmó que, hasta donde conocían las autoridades, Oro Bajo se había quedado solo. Dijo, además que al menos 250 campesinos de distintas veredas cercanas a la cabecera municipal comenzaron a llegar, y pidió el apoyo de la Gobernación porque el Municipio está mal de recursos y no tiene cómo atender a los desplazados.
Ayer la Gobernación se comprometió a apoyar a las familias afectadas por el ataque y a los campesinos desplazados que llegaban a la zona urbana.
Mientras tanto, se esperaba que una comisión viajara a la zona rural para recoger los cadáveres.