Pero es mucho más que un pacto que creará la mayor compañía de servicios financieros del mundo, con activos que llegan a los US$700.000 millones. El acuerdo también podría marcar el final de la ley que data de la era de la Depresión y que previene la unión entre compañías de seguros, bancos y firmas de corretaje. De hecho, el convenio se basa en el entendido de que el Congreso de EE.UU. abolirá el Ley Glass-Steagall en los próximos años. Citigroup, el nombre que adoptará la nueva empresa, ofrecerá banca tradicional, créditos de consumo y tarjetas de crédito (sobre todo mediante la división Citibank de Citicorp), seguros contra riesgo y propiedad y seguros de vida (en la división de seguros de Travelers), banca de inversión, intermediación financiera y gestión de activos (a través de la división de valores de Travelers Salomon Smith Barney Holdings).
Este es el acuerdo del siglo , asegura Robert Bostrom, de la oficina de abogados Winston & Straw. Es absolutamente increíble. Pensar que Citicorp, Travelers, Smith Barney y Salomon se pudieran fusionar era impensable hace dos años .
El acuerdo también servirá para decidir quién sobrevivirá en el nuevo y complejo mundo de los servicios financieros, que a partir de los años 90 ha sido testigo de un afán de consolidación y globalización de empresas.
La operación depende de la delicada estrategia de las ventas cruzadas. Travelers, por ejemplo, ha iniciado la venta de fondos de inversión, anualidades, seguros médicos a largo plazo, de vida, vivienda y de autos a los clientes de Citicorp. Por su parte, esta última quiere ofrecer préstamos hipotecarios y estudiantiles, así como servicios de fondo fiduciario, entre otras cosas, a los clientes de Travelers y de sus distintas divisiones.
Pero el riesgo es grande. Estos supermercados financieros que surgieron en los años 80, nunca han funcionado del todo bien. Los intentos por parte de American Express y Sears, Roebuck Co. para ofrecer la venta cruzada de sus productos a los socios de Wall Street nunca tuvieron éxito. Y la fusión del año pasado entre Morgan Stanley y Dean Witter, Discover Co no generó mucha ventas cruzadas de tarjetas de crédito.
El matrimonio entre Travelers y Citicorp también contradice la tendencia reinante en Wall Street de que las empresas de corretaje reduzcan sus comisiones. El resultado para los clientes es que aunque Travelers claramente quiere explotar la maquinaria de finanzas y consumo global de Citicorp, los productos de Citigroup no van a ser más baratos.
Ayer, como era de esperar, las dos firmas calificaron la estrategia de una manera muy positiva. El cliente no quiere salir a comprar de tienda en tienda y que le vendan las cosas varias veces , explica John S. Reed, presidente de Citicorp. Van a pensar en nosotros como un conjunto y que les facilitaremos el acceso a los servicios financieros .
Sin embargo, el cierre de la transacción no es pan comido. El acuerdo está sujeto a la aprobación de varias autoridades, incluyendo la de la junta de la Reserva Federal, los comisionados de varias agencias de seguros estatales así como otras entidades, además de la aprobación de las juntas de accionistas de las compañías.
Hasta ahora, las firmas de valores y los bancos que han integrado sus operaciones actúan sobre todo como entidades separadas. No ha habido hasta ahora una fusión de bancos, compañías de seguros y casas de corretaje. Si bien la ley de Glass-Steagall ha ido perdiendo fuerza en los últimos diez años (testigo de ello es la aprobación del Fed a las recientes fusiones de bancos y pequeñas firmas de corretaje,) la alianza de Travelers y Citicorp será sin duda el golpe más fuerte que ésta haya sufrido hasta la fecha.
En este caso, Citicorp pasará a formar parte de Travelers, que solicitará autorización a la Fed para convertirse en una empresa holding de banca. En la actualidad, las empresas podrán mantener y operar todos los negocios que poseen durante dos años. De ser necesario podrían solicitar a la Fed hasta tres períodos adicionales de un año cada uno. Es evidente que Citigroup apuesta a que las normativas que establece la ley Glass-Steagall serán historia para cuando concluya la fusión.
Sin embargo, no será nada fácil emprenderlas contra dicha normativa. En los últimos diez años varios intentos para derogar la Glass Steagall han acabado en un fracaso, en especial porque las propuestas no han satisfecho a los sectores de seguros, banca y corretaje, todos grandes contribuyentes a las campañas políticas. Por ejemplo, hace unas semanas, la Cámara estuvo a punto de aprobar un proyecto de ley para reformar la ley Glass Steagall antes de echar pie atrás debido a la fuerte presión del sector bancario y algunas autoridades clave de Washington.
Ahora, la fusión Travelers-Citicorp generará una intensa presión por parte de los grupos que defienden los derechos de los bancos, las casas de bolsa, y las de seguros.
Si la reforma de ley supera los obstáculos, el acuerdo podría reconfigurar toda la industria de servicios financieros, y generar una racha de operaciones similares a medida que los bancos, las firmas de corretaje y las compañías de seguros luchan por una buena posición a medida que se aproximan el nuevo milenio. De hecho, el mayor riesgo en este momento para muchos bancos, casas de corretaje y aseguradoras podría ser no hacer nada, y convertirse en dinosaurios financieros.
La nueva sociedad pondrá una fuerte presión sobre los gigantes del sector financiero. Entre ellas, J.P. Morgan & Co., que ha establecido un rumbo estratégico a largo plazo que con toda seguridad habrá que acelerar, y Merrill Lynch & Co., la mayor casa de valores del país, que ahora podría verse superada por una firma que cuenta con una mayor oferta de servicios en el mundo. Lo irónico es que Merrill se encontraba entre los candidatos que se mencionaban como socios de Citicorp.
El tamaño de la nueva firma fusionada es sorprendente. La fusión, que usará el paraguas rojo, la marca registrada de Travelers, como su logo, prestará servicios a más de 100 millones de clientes en 100 países. Tendrá una capitalización de mercado de unos US$140.000 millones (el primer lugar entre las firmas de servicios financieros del mundo); activos de casi US$700.000 millones; ganancias operativas anuales de unos US$7.500 millones en 1997; facturación neta de US$50.000 millones en 1997; capital accionario de US$44.100 millones; y 161.700 empleados.
Ayer, las acciones de Citicorp subieron un 26% a US$180,50, en la bolsa de Nueva York. Por su parte, las acciones de Travelers registraron un incremento más leve del 18%, a US$72,75 en la bolsa de Nueva York, lo que indica que el mercado percibe el negocio como una incorporación de Citicorp en Travelers. El precio de las acciones de las dos empresas también se vio impulsado gracias al aumento del Promedio Industrial Dow Jones, que llevó al índice a cerrar por primera vez por encima de los 9.000 puntos.
Todavía queda una cantidad de interrogantes. Entre ellas quién estará a cargo. Reed y Sanford L. Weill, presidentes de Citigroup y Travelers, compartirán el cargo de la presidencia de la empresa fusionada. Pero en un acuerdo como éste el liderazgo con frecuencia fracasa, y la primera apuesta es que Weill, jovial personaje de 65 años, al final prevalecerá sobre Reed, de 59 años. El asunto es particularmente delicado para Citigroup debido al fuerte ego de ambos, sin mencionar a otros ejecutivos poderosos, como los presidentes ejecutivos de Salomon Smith Barney, James Dimon y Deryck Maughan, esperando tras bastidores.
Los analistas creen que habrá un número considerable de despidos. Weill tiene un largo historial como devorador de empresas (aún en mercados alcistas) y como una persona que reduce los costos mediante reducciones drásticas, en especial en la división de administración, que procesa las transacciones. Aunque Citicorp ha estado racionalizando su negocio, está claro que en el área de mercados de divisas, títulos de deuda y procesamiento de transacciones, las divisiones de ambas firmas se superponen. Reed calcula que se podrán ahorrar cientos de millones de dólares a raíz de la fusión, pero no más.
Pero algunos recuerdan que en los dos últimos grandes acuerdos que Weill logró en Wall Street se acabó despidiendo a unas 1.500 personas. Una de ellas fue la fusión del año pasado entre Smith Barney, filial de Travelers, y Salomon Inc., por US$9.000 millones.
Algunos analistas se preguntan si Weill, que quizá sea el director de servicios financieros más ávido de la historia, no estará tratando de abarcar demasiado, porque el acuerdo con Citicorp se produce muy poco tiempo después de la fusión con Salomon.
Travelers empezó a considerar la fusión durante una reunión de su grupo de planificación en febrero. Weill pronto se dio cuenta que Citicorp ofrece lo que su firma necesita para hacer realidad su sueño de dirigir la empresa de servicios financieros más importante del mundo: una fuerte presencia internacional y una amplia gama de servicios que complementan los de Travelers. La expansión global de Citicorp era particularmente atractiva. Aunque el acuerdo con Salomon le había dado a Travelers cierto poder a nivel internacional, los ejecutivos de Travelers sabían que esta fusión no era suficiente.
La transacción se mantuvo en el secreto más absoluto. Una de los motivos por los que nadie se enteró antes del anuncio de ayer es que ambas firmas se abstuvieron de contratar banqueros de inversión de otras compañías para la operación.
El 25 de febrero, Weill y Reed se encontraron en Washington para una junta del Consejo de Negocios de EE.UU. Weill recuerda que llamó a Reed a su cuarto y le dijo lo que estaba pensando y él dijo, No sabía que era para eso que querías hablar conmigo . Reed partió en un viaje de negocios de 10 días por Asia y Europa, y nombró a Paul Collins, vicepresidente de la empresa, para manejar las negociaciones. Cuando Reed regresó a EE.UU., fue a Washington con Weill para reunirse en persona con Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal.
Weill y Reed están convencidos de que la amplia gama de servicios de la nueva firma le permitirán aguantar cualquier desplome bursátil. Ayer, por primera vez en la historia, el Dow Jones cruzó los 9.000 puntos. La bolsa ya lleva siete años al alza. Weill dice que nuestra compañía estará tan diversificada y en tantas áreas distintas que podrá aguantar las tormentas bursátiles] .