Martínez definió el yacimiento de la Sima de los Huesos en Atapuerca como el único en el mundo, de los hallados hasta ahora, que posee bastante material fósil para esclarecer el enigma de cómo hablaban nuestros antepasados, porque existen cráneos suficientes para reconstruir el aparato fonador .
Añadió que a partir de ahí podremos establecer si al menos estaba capacitado físicamente para reproducir la voz para lo cual es necesario un cambio anatómico, que supone el descenso de la laringe.
El investigador español recordó que este descenso favorecía las muertes por atragantamiento, perjudicial para la supervivencia como especie, por lo que la Naturaleza en condiciones normales no hubiera permitido un cambio morfológico de este tipo, de hecho ningún otros animal lo posee.
Por tanto concluyó el paleontólogo si lográramos demostrar, tal y como prevemos con los fósiles de Atapuerca, que estos hombres tenían un aparato fonador perfecto, podíamos interpretar que hablaban: porque el perjuicio de los atragantamiento mortales se suplen sólo por la posibilidad de poder hablar .
Martínez matizó que lo que falta también por descubrir es, dependiendo de cómo sea ese aparato fonador, si emitían los mismos tipos de sonidos que el hombre actual, o si estos eran más rudos y menos elaborados .
El científico español, que comenzó sus investigaciones estudiando la base del cráneo, criticó a los antropólogos que aseguran, en una gran mayoría, que estos primeros humanos de Atapuerca no eran muy inteligentes y que, como mucho, emitían sonidos similares a los de los chimpancés.
En mi opinión, no hablaban como nosotros pero tampoco eran chimpancés, posiblemente emitían sonidos muy rudos, pero podían hablar perfectamente , afirmó Martínez.
Explicó que estos científicos argumentan la supuesta falta de inteligencia en que la tecnología de piedra encontrada es bastante precaria; pero considerar esto es tan falaz, como cuando los españoles del siglo XV pensaron que por poseer arcabuces o barcos eran más inteligentes que los indios americanos , opinó.
Agregó que la cultura material y la tecnología es una manera muy peligrosa de acercarse a la mente, porque la misma inteligencia tiene un europeo que un nativo australiano .
Martínez es coautor, junto con Juan Luis Arsuaga, del libro La especie elegida, uno de los más vendidos de los últimos meses, lo que demuestra, en opinión de este investigador, que la divulgación científica bien hecha sí interesa, y mucho, en este país .