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REPELÓN. UNA HISTORIA DE AMOR POR LA LIBERTAD.

Repelón no fue un palenque, pero es la herencia de uno: San Benito de las Palomas, el poblado que existió a 1.500 metros al oriente del actual municipio del Atlántico.

La historia, que se la conoce con lujos de detalle el viejo Tulio Pernett Cabarcas, comienza mucho antes del surgimiento del pueblo negro, pues en esta zona los indígenas que hacían parte del grupo denominado mocanás habitaban el área del municipio a la llegada de los españoles.
Pues bien, según cuentan los historiadores y el autodidacta Tulio, desde la segunda mitad del siglo XVI hasta mediados del siglo XIX existió un poblado de negros libres llamado San Benito de las Palomas pues sus habitantes combinaron el nombre de su santo patrón- San Benito de Palermo- con un pozo o charco donde sus moradores extraían el agua para su consumo, que permanecía lleno de palomas.
Este poblado estaba ubicado en las riberas del caño El Sitio, un brazo del caño Palo Grande o Piedras. Actualmente la zona se encuentra sumergida bajo las aguas del embalse del Guájaro.
Sobre la formación del palenque, hay tres versiones. La primera señala que fue un reducto de los negros que logró escapar del palenque de Betanqur, cuando fue aniquilado hacia 1693; la segunda sostiene que lo poblaron negros cimarrones escapados del área de El Totumo, donde se traficaba con esclavos de contrabando; y una tercera argumenta que se trató de esclavos fugados de las haciendas o estancias ubicadas al norte de la provincia de Cartagena, que llegaron utilizando como vía el Canal del Dique y el caño Piedra. Esta última es la que cuenta Tulio Pernett.
El palenque San Benito fue convertido en sitio de libres para la segunda mitad del siglo XVII y posteriormente en Distrito. Durante la época colonial este poblado formó parte de la parroquia de San Estanislao en el partido de Mahatés y lograda la independencia de España, continuó formando parte del cantón de Mahate.
Inundación
Pero qué obligó a los habitantes de San Benito de las Palomas a dejar este lugar? Tulio Pernett y los historiadores sostienen que alrededor de 1845, el Canal del Dique había dejado de ser navegable, por esa razón la provincia de Cartagena contrató al ingeniero norteamericano G.M. Totten por 350 mil pesos para habilitarlo y construir un nuevo tramo de 32 kilómetros entre Calamar y el caño San Antonio, donde está ubicado el corregimiento de Villa Rosa.
Como los recursos se agotaron y no se obligó al gobierno asignar nuevos, un mes después de la apertura de la nueva boca en Calamar, la Depresión del Guájaro comenzó a inundarse y a formarse ciénagas en el área de Repelón, entre ellas, la Ciénaga Limpia que rápidamente le ganó terreno al poblado de San Benito.
Una monografía elaborada por estudiantes de bachillerato de Repelón señala que la evacuación de San Benito no fue en una noche, sino que transcurrió durante más de una década. Las 80 familias que ya lo habitaban se fueron a donde realizaban sus cultivos es decir a sus repelones. Sucumbe San Benito y surge Repelón.
Pasaron los años y Repelón fue convertido en distrito por Juan José Nieto, un líder del movimiento liberal radical de la Costa Atlántica, quien se declaró dictador del estado de Bolívar. Eso fue en 1860.
En 1886, con la Constitución que promulgó Rafael Nuñez, el distrito de Repelón desaparece y es degradado a la categoría de corregimiento. Tuvieron que pasar 19 años para que Repelón fuera elevado a la categoría de municipio.
Hoy los habitantes de Repelón extrañan el auge que tuvieron las actividades agrícolas y ganaderas durante finales del pasado siglo hasta la primera mitad del presente. En ese período además de yuca y maíz, se cultivaba tabaco, que era exportado, algodón, caña de azúcar, dividivi y arroz.
Sin embargo, muchas familias de Repelón- y eso hay que reconocerlo- viven del cultivo de tomate, que pasa por una crisis, producto de la competencia fuerte del mercado.
Cuna de peloteros
Sería un error histórico no mencionar en esta breve reseña de Repelón, el aporte que este municipio le ha dado a la actividad beisbolera pues es cuna de peloteros tales como Giovanny Pérez, quien en 1996 lanzó un juego de no hit, no run en el Torneo Departamental de ese año, jugando para el equipo de Electranta que a la postre quedó campeón.
Cambio de nombre
El viejo Tulio Pernett dice que aunque la historia no se puede cambiar, él propone que el nombre del municipio si. Yo digo que cualquier nombre que le pongan está bien, menos Repelón, eso es como un apodo bochornoso , dice este hombre que no deja de lamentarse de que su pueblo tenga el mismo nombre que se le da a la cortada de un gallo de pelea.
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