Tras una amplia investigación, los periodistas Juan Tamayo y Gerardo Reyes revelaron detalles inéditos del frustrado atentado, del que ni siquiera las autoridades colombianas tuvieron conocimiento.
Posada Carriles, quien vive en El Salvador en forma clandestina, ha sido involucrado durante los últimos 30 años en varios proyectos en contra del gobierno cubano y del mismo Castro, pero el asesinar al líder en Cartagena era sin duda el más ambicioso.
El informe periodístico sostiene que Posada Carriles, de 68 años, y otros cinco exiliados cubanos ingresaron a Colombia las armas para efectuar el crimen, a un costo de unos 50 mil dólares.
Sin embargo, según el artículo, el plan falló gracias a que los cordones policiales estaban muy lejos del comandante, por lo que fue imposible dispararle.
Posada Carriles, ex veterano de Bahía Cochinos, también ha sido acusado por el gobierno castrista de ser el autor intelectual de los atentados con bombas ocurridos el año pasado en distintos hoteles de La Habana.
El Miami Herald califica a Posada como el exiliado más ocupado actualmente en intentos para derrocar al gobernante cubano, casi 40 años después que éste tomó el poder .
El diario recuerda que Posada Carriles estuvo preso en Venezuela, en 1967, por la explosión de un avión de Cubana de Aviación que causó la muerte a 73 personas. Los tribunales los declararon inocente, pero permaneció en una prisión venezolana hasta que se escapó en 1985 y se trasladó a El Salvador.