El ministro de Economía chileno, Alvaro García, envió una carta al ministro de Industria, Comercio y Turismo de Brasil, Francisco Oswaldo Neves, mostrando su preocupación por el daño económico que pueden generar esas medidas a los exportadores chilenos, específicamente a los del rubro textil.
Nos preocupa de sobremanera el daño económico que este tipo de barrera no arancelaria ocasiona a las empresas del sector antes citado y el riesgo de establecer precedentes que puedan desvirtuar el espíritu de cooperación y transparencia en la apertura de nuestros mercados , señaló García en su carta.
El ministro indicó además que la aplicación de valores aduaneros mínimos para las importaciones es una práctica excluida por las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y del Mercosur, pacto comercial integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, al que Chile se asoció en 1996.
El director de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería chilena, Juan Gabriel Valdés, señaló que las nuevas medidas restrictivas a las importaciones en Brasil comenzaron a aplicarse el 18 de diciembre pasado.
No obstante, sostuvo que en esa oportunidad las autoridades brasileñas sólo informaron del uso obligatorio de licencias, mientras que la exigencia de precios mínimos, sobre los cuales se aplica luego el arancel, sólo se conoció cuando surgieron reclamos de los exportadores chilenos.
En su carta, García pidió al ministro brasileño mayor información sobre esa medida y también su pronta eliminación. Pero esta no es la primera vez que el gobierno y los exportadores chilenos reclaman por decisiones adoptadas por Brasil que afectan el ingreso de productos locales a ese mercado.
En 1997, Brasil impuso restricciones a financiamiento de corto plazo para importaciones. La situación fue superada luego, cuando el gobierno brasileño accedió a extender a Chile, como país asociado al Mercosur, el trato excepcional que acordó con ese pacto comercial.