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PINOCHET: ENTREGA EL MANDO...

Entre la máxima pompa militar y los elogios de sus partidarios, pero también entre las protestas y querellas judiciales de sus detractores, el General y ex dictador Augusto Pinochet Ugarte entregará esta semana el cargo que lo convirtió en el hombre fuerte de Chile durante más de dos décadas.

El martes en la mañana el octogenario general dejará de ser el Comandante en Jefe del Ejército posición que ocupó durante casi un cuarto de siglo, y al día siguiente jurará como el primer senador vitalicio de la historia de este país.
Su retiro y salto al Congreso han polarizado a la sociedad y a la política chilenas al punto que la Concertación alianza gobernante (partidos de centro e izquierda) y otras fuerzas más radicales sin representación parlamentaria han convocado a una movilización social . Hecho que obligó al Presidente Eduardo Frei a hacer un llamado para poner la vista en el futuro. Frei también tuvo que cuestionar un anuncio de acusación constitucional contra Pinochet surgido de su propio partido, la Democracia Cristiana (centro).
Ni siquiera en 1988, cuando los militares perdieron en un plebiscito la posibilidad de continuar en el poder, o en 1989, cuando la Concertación de Partidos por la Democracia ganó las primeras elecciones tras casi 17 años de dictadura, la trama de acciones en contra del General se había tejido tan apretada.
Pinochet traspasará el mando del Ejército al general Ricardo Izurieta en la escuela militar, frente a una gran formación encabezada por los estandartes de todas las unidades en las que el autor del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 sirvió durante su prolongada carrera.
Al día siguiente (el miércoles) junto a los senadores electos en diciembre pasado y a los nueve designados por el Presidente Frei, la Corte Suprema y el Consejo de Seguridad Nacional -organismo donde están representadas las Fuerzas Armadas, Pinochet se convertirá en el único senador vitalicio de Chile en virtud de una norma constitucional que reserva este derecho a los ex presidentes con al menos seis años de ejercicio en el cargo. Disposición que no cobija al ex presidente Patricio Aylwin, por haber cumplido un mandato de transición de sólo cuatro años.
La llegada de Pinochet al Senado ha reactivado la polémica en torno a la figura del General. Diputados de los partidos de gobierno amenazan con presentar una acusación constitucional en su contra por haber comprometido gravemente el honor de la Nación durante su gobierno. Otro grupo de parlamentarios oficialistas analiza un recurso judicial para inhabilitarlo como senador vitalicio, con el argumento de que sólo puede ocupar ese cargo un ex Presidente de la República y Pinochet, dicen, no lo es porque no fue elegido en votación popular. Y un tercer grupo le solicitó -porque no puede exigirlo- una declaración jurada de sus bienes y los de su familia, para compararlos con el patrimonio del general antes del golpe de 1973.
Las organizaciones juveniles de algunos partidos políticos, las sindicales y las de derechos humanos han organizado marchas y protestas para el día del juramento. Y en el plano judicial, por primera vez los tribunales dan curso a querellas contra Pinochet presentadas por el Partido Comunista, organismos de derechos humanos y particulares por la muerte o desaparición de personas.
Todo esto ha puesto en primer plano a Pinochet y al hecho innegable de que sigue siendo un protagonista de primer orden en la política de Chile. Por ello la gran pregunta que se hacen hoy los chilenos es si su salida de la Comandancia del Ejército es un paso adelante en la consolidación de la democracia o no.
Las opiniones están divididas. Para los optimistas se trata de un paso más en la lenta pero estable transición chilena a la democracia; aseguran que es muy distinto un Pinochet senador que un Pinochet comandante del Ejército y creen que este es el primer paso hacia el retiro definitivo del anciano pero poderoso general.
Pero para otros, el hecho inaudito de que el ex dictador pretenda redimirse como senador demuestra que sigue siendo el hombre fuerte de Chile y no ven nada claro que el General, por estar ahora en el Congreso, vaya a dejar de ejercer su poderosa influencia sobre las Fuerzas Armadas y el país.
Pero un hecho ocurrido la noche del viernes parece darle la razón a este último grupo. El alto mando del Ejército en pleno -incluido el general Izurieta, su sucesor- asumió un compromiso de lealtad por siempre con Pinochet y le hizo entrega de un pergamino con la firma de los 45 generales activos en que estos le confieren el título de comandante en jefe benemérito , algo sin precedentes en la vida nacional.
El Gobierno y todos los partidos políticos fueron sorprendidos por este acto a través del cual los generales le enviaron un mensaje contundente al país: Pinochet sigue siendo su líder.
Una advertencia clara de que si bien el General colgará su uniforme, ni él ni sus partidarios están dispuestos a que entregue totalmente las riendas del enorme poder que acumuló durante todos estos años.
El dictador siniestro
Para los detractores de Pinochet es una verdadera vergenza nacional que el hombre que interrumpió durante 17 años la democracia chilena y asesinó, torturó y exilió a miles de sus compatriotas, sea premiado con asiento vitalicio en el Congreso.
Tras su toma a sangre fuego (con tanques y bombardeos aéreos) del Palacio de la Moneda el 11 de septiembre de 1973, su policía secreta asesinó durante su mandato a unas 3.500 personas, miles más fueron encarcelados y torturados y cerca de un millón de chilenos tuvo que partir al exilio.
El brazo de su dictadura se extendió más allá de las fronteras de Chile para cobrar la vida varios opositores al régimen: en 1974 fue asesinado en Buenos Aires el antecesor de Pinochet en la jefatura del Ejército, el general Carlos Prats; y en 1976, en Washington, el ex canciller del Presidente Salvador Allende, Orlando Letelier.
El salvador de Chile
Los seguidores del General Pinochet que son bastantes consideran que el golpe militar de 1973 contra el presidente socialista Salvador Allende fue una gesta heroica de las Fuerzas Armadas que salvó a Chile de las garras del marxismo e impidió que el país cayera en una dictadura del proletariado al estilo soviético.
Consideran igualmente que la represión que siguió a la caída de Allende fue necesaria para extirpar de la sociedad chilena a elementos que al servicio de intereses extranjeros estuvieron a punto de llevar el país al abismo.
Por otro lado, exaltan que gracias a las políticas económicas adoptadas durante los 17 años de la era Pinochet, Chile es hoy un país modelo en América Latina, con cifras macroeconómicas envidiadas por muchos: como una inflación de menos de un dígito, un crecimiento sostenido por encima del 5 por ciento en los último 9 años, una moneda fuerte y un desempleo de menos de 10 puntos.
Con todos los honores
Santiago de Chile
EL TIEMPO
Cada centímetro cuadrado del patio de honor de la Escuela Militar de Santiago, donde el Jefe del Ejército de Chile, Capitán General Augusto Pinochet Ugarte, se despedirá de su tropa tras casi 25 años de comandarla, ha sido limpiado y pulido para que nada empañe el esplendor la ceremonia.
Vestido de gala, con su blanco uniforme de verano, el octogenario general verá arriarse la bandera de Chile que, doblada cuidadosamente, le será entregada en un cofre. Se llevará también el gallardete símbolo del mando, que seguramente guardará con las cinco estrellas que lo acreditan como único Capitán General. Esto, porque simultáneamente fue comandante en jefe y Presidente de la República.
Durante un mes, se repartieron en Chile y el extranjero miles de invitaciones y se ensayaron los 11 puntos del riguroso programa, que incluye desfile de honor con dos mil uniformados.
En su último discurso y como único orador, Pinochet exigirá a sus soldados lealtad férrea en la defensa de su obra. Y seguramente la tendrá, no en vano el viernes fue designado por el alto mando como comandante en jefe benemérito del Ejército.
FOTOS
* Pinochet llegó a la comandancia del Ejército de Chile el 23 de agosto de 1973 por decisión de Salvador Allende, entonces presidente de la república. Antes de que pasara un mes Allende descubriría la magnitud de su error.
* Para muchos chilenos Pinochet es un verdadero ídolo.
* La llegada del General al Senado ya es motivo de protestas por parte de las víctimas de su dictadura.
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