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MUERTES MASIVAS:EL GRAN ENIGMA

Una gran nube de polvo impidió que la luz solar llegara a la superficie de la Tierra durante varios meses. En la oscuridad la fotosíntesis cesó, las plantas murieron y las cadenas alimenticias se rompieron. El mundo convirtió a los dinosaurios en los cadáveres ilustres de esa tragedia, ocurrida hace 65 millones de años y conocida como Extinción Cretácica. Sin embargo, simultáneamente con ellos también desaparecieron las tres cuartas partes de todas las cosas vivas del planeta.

Los científicos han logrado establecer que la historia de la Tierra registra largos períodos de calma interrumpidos por catástrofes, afortunadamente de corta duración, que han generado extinciones masivas de organismos. Qué las provoca?
En 1980 Walter Alvarez, un geólogo de la Universidad de California en Berkeley, dijo en un artículo de la revista Science que había encontrado el enriquecimiento anormal con iridio de una capa de arcilla que se supone fue depositada justo cuando los dinosaurios murieron.
Alvarez y su padre Luis, premio Nobel de física por investigaciones en partículas atómicas, junto con los fisicoquímicos Frank Asaro y Helen Michel, descubrieron que la cantidad de iridio en la arcilla encontrada en Gubbio, una aldea medioeval entre Roma y Florencia, era treinta veces superior a la esperada.
El iridio es raro en la Tierra ya que en los primeros millones de años de su formación la mayoría se hundió en el núcleo. Entonces, Alvarez sugirió que este podría venir del impacto de un asteroide o un meteorito con la Tierra, que sería el responsable de la nube de polvo que la oscureció por meses.
Desde 1980, cuando se presentó y se hizo popular, hasta hoy, la teoría ha sido reforzada por nuevas evidencias.
Al comienzo dice Alvarez, quien realizó su tesis de doctorado en la Península de La Guajira (Colombia) en 1967 solo teníamos el iridio. Pero se ha puesto de presente la existencia de valores anormales para otros elementos en aquella arcilla, por ejemplo el osmio y el platino .
Muchos científicos pensaban, y aún piensan, que no es necesario recurrir a mecanismos extraterrestres para explicar la abundancia del iridio y las extinciones masivas.
Hace 65 millones de años, al final del cretácico, el vulcanismo fue muy intenso. Enormes volúmenes de lava fluyeron en diversos lugares del planeta. El oeste de la India, por ejemplo, fue cubierto por dos millones de kilómetros cúbicos de roca fundida que manaron durante 500 mil años. En muchos lugares de la Cordillera Andina ocurrió algo similar. Quizá, el iridio podría haber sido depositado por esa extraordinaria actividad volcánica que lo trajo desde las profundidades de la Tierra y lo esparció en polvo, humo y cenizas.
De la misma forma como pudo ocurrir con los escombros generados por el impacto de un meteorito o un asteroide dice Mario Moreno, geólogo de la Universidad de Caldas, otros científicos piensan que las cenizas y el polvo volcánico pudieron oscurecer la atmósfera terrestre durante un lapso suficiente para que la fotosíntesis fuera interrumpida. Ya que todos los seres vivos dependen directa o indirectamente de la energía solar, la catástrofe sobrevino. Los que dependían de la vegetación, entre ellos los dinosaurios, murieron. A su vez, perecieron aquellos que devoraban a los vegetarianos. La crisis en el mar fue muy similar y afectó principalmente al plancton marino y a aquellos organismos que lo consumían. Vino una reacción en cadena que afectó a los seres más vulnerables, a los más voluminosos, o los más sensibles .
Frente a esta hipótesis rival, Alvarez dice: Con el tiempo se ha logrado establecer que el argumento no solo es la elevada concentración de los elementos presentes en la arcilla, sino la proporción entre ellos que coincide exactamente con la de los meteoritos y asteroides . Bogotá en época de dinosaurios Aunque pretendía evaluar la validez de la teoría del origen volcánico de la muerte de los dinosaurios, poco después que Alvarez lanzara la del impacto meteorítico, el geólogo Bruce Bohor dio con otra prueba a favor de esta última. Encontró en la arcilla granos de cuarzo con características muy especiales, que solo se había informado de su existencia en tres lugares: en los bordes de los cráteres de meteoritos en la Tierra (como el Shoemaker, en Arizona (Estados Unidos); en las muestras de roca traídas por las misiones Apolo, que estaban cerca de los cráteres lunares, y en donde se realizaron pruebas nucleares.
Según Alvarez, ya hay consenso en el sentido de que este cuarzo encontrado en la capa de arcilla definitivamente no es de origen volcánico. Ese tipo de cuarzo pudo ser formado solo estando sujeto a una elevada presión y calor instantáneo, generado solo por un impacto extremadamente poderoso .
Más recientemente otro argumento, reiteradamente usado contra la Teoría de la Extinción Cretácica, la afirmación según la cual la muerte de los organismos tomó por lo menos dos millones de años, y que el efecto de ningún meteorito o asteroide podría ser tan largo, quedó sin piso.
Aunque los fósiles de dinosaurios son muy escasos, y eso dificulta cualquier estudio estadístico dice Alvarez, los detallados trabajos de investigadores de la Universidad de Milwaukee en Wisconsin (Estados Unidos) permitieron establecer que su muerte fue en muy breve lapso .
Para llegar a esta conclusión gastaron casi tres años, y tomaron en cuenta otros grupos fósiles, por ejemplo los amonites, que para los colombianos son muy familiares ya que se encuentran en elevada cantidad en Villa de Leyva y otras zonas del país.
Como si fueran pocos los argumentos anteriores en favor de la teoría del impacto del meteorito, Alvarez dice que desde que encontró la capa de arcilla en Italia, hasta hoy, se ha informado de su existencia por lo menos en 101 lugares de todo el planeta: España, Dinamarca, Australia, Francia, India, URSS, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá, la Antártida. Definitivamente dice es un fenómeno mundial .
Curiosamente no hay datos disponibles de Suramérica, y en particular de Colombia, seguramente por falta de investigación. Muchos bogotanos dice Moreno ni siquiera sospechan que en sus bonitos cerros orientales se encuentran rocas depositadas cuando los dinosaurios vivían, y lo que es mejor, cuando estos se extinguieron. Esas rocas tienen el secreto, pero falta que sean estudiadas con más detalle . El límite marcado por la muerte de los dinosaurios (fin del cretácico) también se podría encontrar en el oriente y nororiente del Huila y sur de Tolima.
De la misma forma, en detalle, tendrá que ser evaluado el hallazgo de una capa de vidrio en la isla de Haití por parte de varios grupos de científicos y presentado en la revista Nature hace algunas semanas. Según Alvarez, parece ser la prueba contundente en favor de la teoría .
Este vidrio (que es simplemente sílice amorfo) correspondería al momento del impacto del meteorito o el asteroide. Y no se habría alterado para formar la arcilla que se ha encontrado en tantas partes en el mundo.
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