En Nueva York, en sus presentaciones ante analistas y en las entrevistas que concedieron el martes, los altos directivos de ambas compañías se esforzaron por recalcar que las empresas podrían hacer mucho más juntas que por separado, y a un menor precio. Pero también reconocieron que en el camino habrá que incurrir cargos contables. La petrolera británica agregó que no espera que el acuerdo aumente sus ganancias hasta el año que viene.
Aun así, el anuncio impulsó las acciones de la mayoría de las grandes petroleras del mundo. Mobil Oil Corp. subió US$1,31 para cerrar en US$64,75, y Atlantic Richfield Co. subió US$1,125, a US$65,875. Amoco subió US$1,3125 para cerrar en US$48,1875, mientras que los ADR de British Petroleum en Nueva York cerraron en US$73,375, para un alza de US$1.
La presencia internacional de BP y la de Amoco en Estados Unidos se complementan bien, y los analistas creen que esta clase de relación complementaria es la que sentará la pauta para otras grandes fusiones de este tipo. Amoco tiene mucha gasolina, y BP tiene mucho petróleo, lo cual crea una combinación muy eficiente en la que casi nada se duplica , dice Dave Pursell, analista de la firma de inversión Simmons & Co., en Houston. Además, agrega, es probable que las compañías cumplan los requisitos de las autoridades antimonopolio, porque tienen distintos mercados minoristas.
John Browne, presidente del directorio de BP, dice que además de los US$2.000 millones que las compañías esperan ahorrar gracias al acuerdo, él cree que la fusión permitirá ahorros adicionales, y brindará oportunidades de crecimiento que ayudarían a generar ganancias.
Browne hizo referencia a países como Azerbayán, una nación de Asia Central con abundantes reservas de crudo, donde ambas compañías cuentan con importantes intereses. Contamos con dos nóminas que encaran los mismos problemas , dijo Browne. Otras sinergias , como las llama Browne, surgirían en la exploración y producción en aguas profundas, donde BP podría aportar su experiencia en los yacimientos de Amoco en el Golfo de México. De igual forma, la fusión combinaría los costos de explotación más bajos de Amoco con los costos de exploración más reducidos de BP.
Browne indicó que todos estos ahorros no estaban incluidos en los US$2.000 millones previstos anteriormente.
Sin embargo, los analistas se muestran más escépticos sobre las posibilidades de las compañías a corto plazo, aunque reconocen que la fusión constituye, a la larga, una buena operación. Los analistas indican que la unión de una compañía como BP, con una alta tasa de rendimiento de capital, con una empresa como Amoco, cuyas tasas de rendimiento son más bajas, no puede sino afectar negativamente en lo inmediato a la compañía que tiene un mejor rendimiento.
Michael C. Young, analista de petróleo para Deutsche Bank Securities en Boston, calcula que el acuerdo diluirá las ganancias de BP en cerca de un 5% el año que viene, lo cual contradice el pronóstico de Browne de que las ganancias de la compañía no se verán afectadas. BP, dice Young, pagó una prima del 15% sobre el valor de Amoco, y esto tiene un efecto diluyente .
Scott Sanderon, uno de los socios de la firma Deloitte Consulting en Chicago, dice que el desafío que se enfrenta Browne, que será presidente del directorio de la nueva empresa, es elevar al máximo el valor de los activos de las compañías, para lo cual tendría que vender las operaciones que no sean rentables y desmontar jerarquías burocráticas que se han sedimentado durante los últimos 100 años.
No creo que ser una compañía más grande baste para brindar a los inversionistas el rendimiento que requieren , dice Sanderson. Es algo que tiene que ver con la forma en la que uno combina las dos compañías, y la forma en que uno simplifica las operaciones .
Aun así, los analistas de Wall Street creen que otras petroleras buscarán acuerdos que les permitan adquirir un volumen similar al de la nueva BP Amoco.
Doug Terreson, de Morgan Stanley Dean Witter, cree que las fusiones de grandes petroleras son inevitables, ya que las petroleras medianas están atrapadas entre gigantes como Exxon Corp. y una serie de pequeños y ágiles competidores independientes.
Otros analistas coinciden con él. Fadel Gheit, de Fahenstock & Co., dice que no le sorprendería ver una fusión entre Chevron Corp. y Texaco Inc., o entre Texaco y Conoco Inc., que se está escindiendo de DuPont Co. También ve a Phillips Petroleum como un blanco posible.
Un vocero de Phillips, que tiene su sede en Bartlesville, Oklahoma, se negó a hacer comentarios.