El técnico Gómez optó por llevarse a Víctor Hugo Aristizábal. Polémica en los medios, rechazo al jugador, encuestas para saber si tenía más votos que Serpa, Pastrana o Nohemí, y, como estamos en Colombia, amenazas o denuncias de ellas.
Gómez se la jugó y lo llevó como volante. Ahora hemos llegado al último de los partidos. Balance melancólico. Dos derrotas, un empate, siete goles recibidos en tres juegos, tres anotaciones a favor.
Ahora resulta que una de las conclusiones es que Rincón decayó vertiginosamente y Aristizábal, sin ser una gran figura, ni el salvador, es un serio candidato para quedarse con el puesto.
En los dos segundos tiempos en que actuó, Colombia ganó en lo que se le pide. Que toque, pero que lo haga con velocidad. Aristi , criticado y vapuleado, se ha convertido en posible solución.
Esta semana, Bermúdez fue enviado al banco. Palacios sería su reemplazo. No sonaba muy bien sentar al zaguero de más experiencia internacional.
Pero por lo visto en el juego de ayer, la idea no resulta tan descabellada. Palacios cumplió y fue figura del equipo. Sin embargo, el técnico tiene algunos días para reflexionar y montar su estrategia contra Rumania.
Hay otra inquietud. Los delanteros. Ya se sabía que el único era Asprilla. Quién lo debe acompañar? Valencia no ha dado resultados, De Avila tampoco, Ricard, menos. Falta por probar a uno. Se llama Léider Calimenio Preciado.
El problema es que los juegos de preparación ya han concluido, pero mucho me temo que, como van las cosas, el inexperto tumaqueño puede recibir su oportunidad en el Mundial.
Son reflexiones ante un panorama oscuro, pero, por lo menos en el caso de Aristi , Bolillo parece tener razón, así Colombia este en el fango.