Borrero dijo que fue una labor de mantenimiento que evitará una calamidad pública en el futuro, ya que el sistema Chingaza surte del líquido al 85 por ciento de la capital.
Asimismo, agregó que la demora en el restablecimiento del servicio, previsto para las 6 de la mañana del lunes, se debió a que soltaron gradualmente el líquido por razones técnicas para el manejo de las presiones a que fue sometida una red que estuvo vacía durante 72 horas.
Además, que los sedientos habitantes consumieron inmediatamente las primeras gotas, cosa que impidió la recuperación de los tanques que suministran el agua a la ciudad.
El norte de Bogotá fue la parte más afectada, porque primero se envió el agua a los barrios del sur, en donde la falta de grandes tanques de reserva crearon varios problemas en el lugar durante el domingo.
Sinembargo, hubo sitios, como los edificios Rincón de la Porciúncula, en la calle 69 con carrera 9a., a donde el agua llegó antes de los previsto, pero no lo informaron a los medios de comunicación, agregó Borrero.
Borrero también resaltó la labor de las personas que atendieron telefónicamente los reclamos, quienes recibieron 8.793 llamadas; los operarios de las firmas contratistas, que cumplieron con el programa, y los ingenieros, entre otros, que realizaron con mucha mística el trabajo. Los Rosales, sin agua Un desprendimiento de tierra en la calle 73 con carrera 3a., en el nororiente de la ciudad, rompió ayer una tubería y dejó sin agua a unas diez mil personas del sector.
La zona más afectada está entre las calles 70 y 78, al oriente de la carrera 4a, en el barrio Los Rosales.
Los trabajadores de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) se desplazaron hasta allí para arreglar el tubo. Aseguraron que hoy en la mañana se restablecerá el servicio.
La ruptura de la tubería también obligó ayer a suspender el bombeo de agua entre las calles 50 y 90, al oriente de la carrera 7a., durante cuatro horas, desde las 8 de la mañana hasta el mediodía.