Son como réplicas de un temblor. El basurero de Cali, una montaña de 44 metros, no ha dejado de moverse, despacio y brevemente, desde la medianoche del jueves cuando se deslizaron cerca de 150.000 metros cúbicos de tierra y desperdicios al canal Cvc Sur.
Por esas mismas réplicas una comisión técnica estudiaba ayer la construcción de un canal alterno de unos 500 metros o la desviación del actual, el principal desague de las aguas vertidas por más de medio millón de habitantes. La alerta se ha mantenido, además, ante los riesgos de una contaminación de lixiviados (sustancia producida por la acumulación de basura) que obligaría a restringir la planta de tratamiento de Puerto Mallarino, la cual surte de agua potable al 80 por ciento de la ciudad.
El alud, a lo largo de 165 metros, no tapó la controversia entre Emsirva y la Ute Ambiental de España, socios de Serviambientales que fue encargada del basurero en el corregimiento de Navarro desde junio de 1998.
Emsirva sostiene que la Ute ha incumplido con sus deberes y no se ven las inversiones prometidas, cuyo monto suma 28 millones de dólares; la Ute responde que Emsirva le adeuda 2.800 millones de pesos y no ha recibido uno solo de los 13.000 millones que costaría cerrar el antiguo basurero.
Cuando sobrevino el alud, los técnicos de Serviambientales y de la interventoría aseguraron que era un deslizamiento controlado . Sin embargo, esta es la emergencia más grave en la historia del basurero municipal.
La emergencia se evidenció el jueves 6 de septiembre cuando se detectó una grieta a 33 metros de altura en la montaña de basuras. Al día siguiente se produjo un asentamiento leve, como denominan los técnicos a los movimientos hacia abajo, y la abertura creció. Los más de 150 recicladores fueron evacuados al relleno sanitario transitorio, anexo al antiguo basurero, donde ahora están llegando las 1.800 toneladas diarias generadas en Cali.
El miércoles 12 se sintió otro remezón y en la noche del jueves, en medio de un aguacero, ocurrió el deslizamiento.
De todos modos, la historia es más extensa. Desde 1995 la Cvc, cuya misión de vigilancia también es criticada por algunas veedurías, recomendó el sellado del denominado basuro de Navarro. En junio de 1998 el basurero, que se inició hace 34 años, fue asumido por Serviambientales.
Unos meses después, EL TIEMPO denunció un derrame de lixiviados en el canal Cvc. Este hecho no fue reconocido por Serviambientales, pero luego la Cvc lo ratificó y a finales de ese año la Procuraduría Agraria y Ambiental requirió el cierre del basurero.
El año pasado, el Ministerio del Medio Ambiente se comprometió a entregar 5.000 millones de pesos para el sellado; la Cvc también anunció aportes. Emsirva sostiene que no ha transferido 2.000 millones a Serviambientales pues esa firma no ha presentado un cronograma de inversiones.
La Superintentendencia de Servicios Públicos, que investiga diferencias entre las tarifas, anunció una investigación por el deslizamiento.
Royman Caicedo, gerente de servicio al cliente de Emsirva y quien dirige el equipo operativo en la emergencia, dijo que se ha logrado el destaponamiento provisional del canal en la altura superior. Esto permite que fluya un pequeño porcentaje del agua represada en el canal. Sin embargo, es necesario adoptar otras medidas para evitar inundaciones . El miedo es que siga lloviendo.
FOTO.
Por el deslizamiento de 150 mil metros cúbicos de tierra y desperdicios, está en riesgo la planta de tratamiento de aguas que surte de agua potable al 80 por ciento de Cali.
Eduardo Muñoz / EL TIEMPO