Constantine arribará hoy a Colombia y se reunirá con los ministros de Defensa, Gilberto Echeverri, y de Justicia, Almabeatriz Rengifo; el director de la Policía, general Rosso José Serrano; el comandante de las Fuerzas Militares, Manuel José Bonett; la directora de Estupefacientes, Ivonne Alcalá Arévalo, y el embajador de Estados Unidos en Colombia, Myles Frechette.
La visita del director de la DEA se suma al encuentro que sostuvieron ayer los congresistas estadounidenses Cass Balleger, Robert Menéndez y Earl Hilliard con la cúpula de la Policía colombiana para evaluar la lucha antidrogas y anunciar su apoyo incondicional a Colombia.
La creación del nuevo bloque de búsqueda contra la mafia de la heroína se debe al crecimiento de los cultivos de amapola y la producción de heroína y morfina, y del contrabando de esa sustancia desde Colombia hacia los mercados de Estados Unidos y Europa.
Según informes de la DEA, los envíos de heroína hacia Estados Unidos, que han aumentado en grandes proporciones durante los últimos años, llegan en pequeños alijos, menores de cinco kilos, cargados por mulas o escondidos en el interior de los aviones.
Mientras algunas autoridades estadounidenses afirman que Colombia solo produce el 1,5 por ciento de la heroína mundial, otras sugieren que el 91 por ciento de la heroína vendida en las calles de Nueva York, Newark (Nueva Jersey), Filadelfia y Boston vienen de América del Sur, principalmente Colombia.
También sostiene que los colombianos controlan por lo menos el 80 por ciento del mercado de la Costa Este, donde residen más de la mitad de los 600.000 adictos.
Estas estadísticas han hecho que el embajador de Colombia en Washington, Juan Carlos Esguerra, pida públicamente que las cifras no sean malinterpretadas .
Falacias sin sentido como decir que Colombia produce solo el 1,5 por ciento de la heroína del mundo pero controla el mercado de la heroína en Estados Unidos solo puede ser explicado por el uso descuidado de estas cifras , dice Esguerra.
Según datos oficiales, en 1996 la Policía colombiana erradicó por fumigación aérea 12.000 hectáreas sembradas de amapola, cuyos cultivos un año antes se calculaban en casi la mitad, 6.500 hectáreas.
El pasado año las autoridades incautaron de 37 kilos de pasta de opio (producto de la misma planta), 93 kilos de morfina y 74 de heroína.
Los cultivos de amapola se concentran sobre todo en la zona suroeste de Colombia, en especial en los departamentos del Cauca, Huila, Tolima y Nariño, aunque también se han detectado en los últimos meses sembrados en el Eje Cafetero.
También se han descubierto cultivos en las zonas frías de los departamentos selváticos de Putumayo y Caquetá y en algunas zonas de los Llanos Orientales.