Aunque a la gobernadora no le pasó nada, los frentes 42 y 22 de las Farc, según informó el comandante de la Policía de Cundinamarca, Alonso Arango Salazar, aguaron la fiesta.
El hecho ocurrió el viernes pasado, a las 4:45 de la tarde, cuando en el pueblo sonaban los platillos y tambores de la banda municipal y desfilaban los estudiantes con sus uniformes marciales.
En ese mismo instante Serrano de Camargo y su caravana se dirigían a Bogotá. Cruzaban por el puente Santa Rosa, sobre la vía que de Bituima conduce a Guayabal de Síquima, cuando estalló la bomba El primero de los cinco carros que tenía la caravana alcanzó a cruzar. Al paso del segundo vehículo estalló el petardo.
Ibamos por la carretera cuando escuchamos, como a 300 metros de donde estábamos, la explosión. Afortunadamente salimos ilesos del atentado. Hubiera podido ser más grave , dijo Serrano de Camargo.
Durante la explosión resultó herido con esquirlas, el suboficial Luis Hernando Casas Cortés perteneciente a la escolta de la suspendida gobernadora.
El viajaba en el segundo carro de los que acompañaban a la mandataria y fue remitido al hospital de la Policía Nacional donde se recupera satisfactoriamente.
No sé porqué razón quieren matarme. Creo que esa es la situación del país y considero que cualquiera hubiera podido resultar víctima del atentado. Esta vez fui yo, pero pudo haber sido otra persona , explicó la gobernadora.
Sin embargo, Alonso Salazar aseguró que el atentado iba dirigido hacia la suspendida mandataria.
Es indiscutible que el atentado iba para la gobernadora porque los autores sabían perfectamente la hora en la que ella estaría en Bituima , dijo Arango Salazar.
El rescate Después de la acción subversiva, la gobernadora; su hija, Katerine Camargo, y sus acompañantes, entre ellos el diputado Fredy William Sánchez, regresaron a Bituima.
Mientras la mandataria estuvo dando vueltas al parque principal en el carro blindado, Sánchez y otros de los acompañantes se encerraron el la alcaldía municipal hasta las 6 de la tarde aproximadamente.
A esa hora llegó el helicóptero de la Policía de Cundinamarca para trasladar a la gobernadora y parte de su comitiva hasta Bogotá.
Mientras tanto, la policía reunía a los habitantes de la población en el parque principal y activaba los cordones de seguridad, puesto que se temía una avanzada guerrillera durante el fin de semana.
Para controlar la situación de orden público, la policía dispuso cuatro unidades de contraguerrilla que patrullan la zona. De igual manera, incremetó la labor de inteligencia que venía realizando.
Pero la tensión en el municipio continúa y en los corrillos, los comentarios predominantes recuerdan que hace 20 días, la subversión incursionó en la localidad y destruyó el cuartel de policía. Ese día, no hubo víctimas.