Una moción debe ser propuesta por la décima parte de la totalidad de los miembros de la respectiva corporación (10 en Senado y 16 en Cámara) y se realiza con el Congreso reunido en pleno.
En este caso, el presidente del Senado actúa como presidente del Congreso y el de la Cámara, como Vicepresidente.
En ella, los proponentes harán un juicio político a las actuaciones del ministro en cuestión, y éste a su vez tendrá la oportunidad de hacer sus respectivos descargos frente a los hechos que se les imputan.
La decisión definitiva debe ser tomada entre el tercero y décimo días siguientes a la terminación del debate y ante la presencia de los respectivos ministros.
Para que proceda una moción de censura debe ser aprobada por la mayoría absoluta de los miembros de cada cámara.
En caso de ser acogida, el ministro en cuestión quedará inmediatamente separado de su cargo.
Si por el contrario es negada, no podrá presentarse otra por la misma materia, a menos que se presenten hechos nuevos.
Tres mociones Durante la administración Samper se han presentado tres mociones de censura, pero ninguna de ellas prosperó.
La primera, contra el ministro Saulo Arboleda por una conversación telefónica en la que, precisamente, se hablaba del tema de la licitación de emisoras.
La segunda, contra el ex ministro Horacio Serpa, por los hechos presentados con su viaje a Alemania y sus relaciones con el ciudadano alemán Werner Mauss.
Y la tercera, contra el ministro de Minas, Rodrigo Villamizar, por el contrato de la British Petroleum en el Piedemonte llanero.