Hacia la medianoche del 14 de mayo de 1997, Doris Adriana Niño, una joven bogotana de 22 años, llegó a cumplirle una cita al cantautor vallenato Diomedes Díaz, en su apartamento en el edificio Plaza Navarra en el norte de Bogotá, asignado por su disquera. Sin embargo, nunca regresó a su casa y su cadáver, hallado al día siguiente en un paraje de Boyacá, fue confundido en principio con el de una trabajadora sexual y sepultado como N.N.
Ayer, casi cuatro años después, la justicia halló culpable al artista vallenato, hoy prófugo, de la muerte de su amiga y lo condenó a purgar una pena de 12 años y medio de prisión por el cargo de homicidio preterintencional. Deberá pagar, además, una multa de 35 millones de pesos.
Según la juez 46 Penal del Circuito, Claudia Bohórquez, el artista no quería causarle la muerte a su admiradora, pero no hizo nada para impedirla. Es más, de acuerdo con los legistas, Doris Adriana ingirió esa noche fuertes cantidades de droga y alcohol. Inicialmente, Medicina Legal determinó como sobredosis de cocaína la causa del deceso.
No obstante, la Fiscalía halló más evidencias sobre el episodio y pidió un nuevo examen a Medicina Legal que arrojó otra conclusión sobre el origen de la muerte de Doris Adriana: asfixia mecánica provocada.
Asfixia provocada.
Según el informe de Medicina Legal, el deceso se produjo como consecuencia de una fuerte presión sobre boca y nariz. El informe acogido plenamente por la juez- asegura también que la muerte de la muchacha estuvo acompañada por un cuadro de violencia: su cuerpo presentó señales de un acceso carnal no consentido por la víctima. Cómo se produjo su muerte?.
De acuerdo con el libro Diomedes el Cacique y la Difunta, una investigación realizada por periodistas de este diario, la joven admiradora murió tras una escena de celos en un enfrentamiento con Luz Consuelo Martínez, otra amiga íntima del artista que los acompañaba esa noche y quien recibió apoyo en la disputa por parte de los escoltas.
Uno de los hombres reveló la publicación- la tomó por el cuello y le tapó la boca para reprimir sus gritos de auxilio. En medio del forcejeo hubo un golpe fuerte, desmedido en la cabeza de la muchacha y allí cesó su resistencia .
La disquera del artista tuvo que pagar 461.300 pesos por daños y faltantes en la dotación del apartamento. Había sillas rotas, las caperuzas de las lámparas estaban destrozadas y el propio cantante ordenó cambiar, sin dar aviso a la administración, la alfombra que, según él, se echó a perder por quemaduras de cigarrillo. Lo hice para evitar molestias e inconvenientes , explicó el cantautor.
Anuncian apelación.
La pelea entre las dos mujeres, de acuerdo con la versión periodística, se registró porque Doris Adriana se enteró de que Luz Consuelo estaba embarazada del artista.
El Cacique de la Juntai , como se conoce al cantante, se encuentra prófugo desde el 11 de agosto de 2000 cuando la juez del caso consideró que Diomedes superó la enfermedad Guillán Barré que lo mantuvo cuadrapléjico durante meses. Ayer, Evelio Daza, abogado del artista, insistió en la inocencia de su cliente y advirtió que apelará de la decisión ante el Tribunal Superior de Bogotá.
Daza explicó que Diomedes no se entregará a la justicia porque no existen las garantías de transparencia en su proceso. A su vez, Rodrigo Niño, hermano de la víctima y quien ha impulsado el pleito, no se mostró complacido con la decisión. Las pruebas llevan a concluir que se trató de un homicidio agravado porque el artista sí la mató , precisó.
Según el Código Penal, la pena por el delito de homicidio agravado oscila entre 40 y 60 años de cárcel.
Durante el proceso, el cantautor vallenato quien se especula se encuentra escondido en Venezuela o la Guajira- ha admitido que esa noche tuvo relaciones íntimas con Doris Adriana, que hubo trago y drogas, pero que él no la mató. Ella salió viva del apartamento. Uno de mis escoltas la dejó en un taxi. Yo hasta ahí respondo .
Su versión ha estado acompañada de sus cinco escoltas, de Luz Consuelo y de José Tobías Lozano, el celador del edificio que incluso asegura se despidió de la joven admiradora cuando ella salió de la edificación. Sin embargo, la justicia no les creyó a Luz Consuelo y a dos de los escoltas y los condenó a un año de prisión por encubrimiento (ver nota anexa).
FALLO.
Un año de prisión para amiga y dos escoltas.
La Juez 46 penal de Bogotá también encontró méritos para condenar ayer a Luz Consuelo Martínez, amiga de Diomedes Díaz, y a Héctor Mauricio Botía y a Oswaldo Alvarez Rueda, escoltas del cantante, a un año de prisión por el delito de encubrimiento.
Según la funcionaria, estas personas conocieron las circunstancias en las que murió Doris Adriana Niño y ocultaron la verdad para favorecer al artista.
Su argumento lo sustenta en el hecho de que Alvarez sacó el cuerpo de Doris Adriana del apartamento del cantante y lo llevó hasta las afueras de Tunja (Boyacá), en la madrugada del 15 de mayo de 1997, con el propósito de ocultar la evidencia.
El celador José Tobías Lozano, vigilante del edificio Plaza Navarra, y los otros tres escoltas del artista, Jorge Molina Sánchez, Alejandro Ramírez y Fabián Antonio Vivas Valencia, también son procesados por el delito de encubrimiento y están a la espera de que se reanude la audiencia pública del juicio.
La continuación de la audiencia contra estas cuatro personas estaba programada para ayer, pero quedó suspendida por falta de una acuerdo entre la juez y el abogado del celador José Tobías Lozano.