Señor Director
Atraído por la publicación hecha por su importante diario en fecha reciente sobre el Jardín Botánico José Celestino Mutis, fui a visitarlo con mi familia el día sábado 2 del presente mes. Grande fue nuestra desilusión al encontrar prácticamente todas las áreas verdes en un completo abandono. El pasto crecido en forma exagerada; las placas de identificación de las especies de árboles y plantas, deterioradas, ilegibles por el óxido y en muchos casos inexistentes.
De este descuido no se escapan los invernaderos, pues además de tener varios vidrios completamente sucios, en algunos sitios hacen falta. Las plantas carecen de identificación en gran parte y el guía no sabe el nombre de muchas de ellas. Lo medio rescatable, y eso por la belleza de las flores, es el rosedal, al cual se ve que no lo podan ni retiran las hojas y flores muertas o secas.
Para complementar el desgreño, construyeron una cancha de tejo a la vera de uno de los caminos con iluminación por bombillos colgados de unas guaduas, y aledaña a ésta una cancha de microfútbol. Dos cosas completamente extrañas al destino del Jardín. Es una lástima que un área extensa y con la cantidad de vegetación que debería ser un orgullo de la ciudad capital, se tenga en semejante abandono.