¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

LOS PARAMILITARES QUIEREN VOLVER

Aunque muchos en San Rita la ven como ingenua, Miriam Duarte escondió en el baño de su casa la pipeta de gas que mantenía en la cocina.

GLEMIS MOGOLLON V. Enviada especial de EL TIEMPO
Aunque muchos en San Rita la ven como ingenua, Miriam Duarte escondió en el baño de su casa la pipeta de gas que mantenía en la cocina.
Así cree conjurar el peligro de que un nuevo enfrentamiento entre guerrilleros de las Farc y las autodefensas de Carlos Castaño, como el ocurrido en el corregimiento el martes pasado, la sorprenda con el cilindro en la cocina, expuesta a los cerros que rodean a Santa Rita.
Es por allí por donde han entrado los guerrilleros, disparando en dos ocasiones, en menos de siete meses, para sacar en estampida a sus enemigos.
Una bala perdida de ese martes, se incrustó en la pipeta cuando aún la tenía en su cocina y prendió fuego a una parte de su casa de tapia y madera.
A su suegra, Mary Echavarría, la coordinadora de las madres comunitarias de Santa Rita, no le importó el abaleo y corrió a echar agua porque le tenía más miedo a morir quemada que fusilada.
Había alcanzado a sofocar parte del incendio cuando otra bala perdida la tumbó al piso, cerca de los dibujos llenos de color que ella misma había pintado para entretener a los 13 niños de su hogar comunitario.
A Miriam, la idea de cambiarle de puesto al cilindro, se le ocurrió después del sepelio de su suegra, en la tarde del miércoles. Echavarría y el campesino de la vereda La Cristalina, Fabián de Jesús Castrillón, fueron la cuota de civiles muertos por las balas de los insurgentes. La de losparasi fue de 30 hombres, sin contar con 18 cuerpos, que según dicen en el pueblo, siguen regados por los alrededores del corregimiento.
No la vuelvo a dejar afuera
La pipeta se ve rara dentro del baño, pero no la vuelvo a dejar afuera , asegura la muchacha, convencida de que así no dará oportunidad a otro incendio.
Pero otros habitantes de Santa Rita de lo único que están convencidos de que ni con esas precauciones la casa de Miriam y las otras 200 del corregimiento quedarán en pie cuando los paramilitares regresen a vengarse del mal rato que les hicieron pasar unos 800 hombres del bloque José María Córdova de las Farc.
Si la guerrilla nos saca de aquí, volvemos pero a prender el pueblo. Ni para ellos, ni para nosotros, ni para nadie , sentenciaron pocos días antes del ataque.
La amenaza coincidió con los rumores de la cercanía de la gente de las Farc y con el atrevimiento de los insurgentes que incluso les mandaban a los paras boletas escondidas en las canastas de gaseosas, anunciándoles sus planes.
No queremos poder económico, ni político, pero Santa Rita ya es dominio de las Farc , dijeron los subversivos a los pobladores cuando tenían controlado el corregimiento y, tal vez, sin saber de los anuncios de venganza de los hombres de Castaño, que no renuncian al Nudo de Paramillo.
Ya les avisamos de la amenaza de quemar el pueblo al Ejército, a la Cruz Roja Internacional, a la Defensoría y a la Gobernación, pero si no hay Fuerza Pública es imposible garantizarle la seguridad a la gente de Santa Rita , dice muy preocupado Alvaro Londoño, personero de Ituango.
Por el fuego que devoró las casas del corregimiento de El Aro, en 1997, y por las que ardieron entre septiembre y noviembre del año pasado en San Pablo, Riosucio, El Cedral y Santa Lucía, los habitantes de Santa Rita están temerosos por la venganza paramilitar. Poco- como Miriam- creen que lo que viene no pasará de un abaleo, a lo que ella parece estar acostumbrándose por su vecindad con los cerros.
FOTO
Los habitantes de Santa Rita enterraron el miércoles pasado al agricultor Fabián de Jesús Castillo, que murió durante el ataque de las Farc a un campamento de las autodefensas. En las paredes quedó el signo inequívoco de la presencia guerrillera.
Edgar Domínguez / Enviado especial de EL TIEMPO
GLEMIS MOGOLLON V. Enviada especial de EL TIEMPO
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO