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NADIE SUBÍA COMO EL VIEJO PATRO

Entrar a la casa de José Patrocinio Jiménez es entrar un poco a la historia del ciclismo colombiano.

Su amplia sala, decorada con dos inmensas muñecas españolas, muestra en todas sus paredes recuerdos de quien algún día fuera el mejor escalador del mundo.
En medio de todos los cuadros que adornan el lugar, hay dos que llaman poderosamente la atención y en ambos está un personaje querido del deporte colombiano: el santandereano Alfonso Flórez Ortiz (q.e.p.d.)
Con Alfonso nos unió una amistad bastante grande. Tanta, que fue padrino de mi hija menor, Jenny (15 años). Además, estuvimos juntos cuando él ganó el Tour del Avenir en 1980 , dice Patrocinio.
Otro cuadro que ocupa un lugar especial en la sala es el que muestra a José Patrocinio recibiendo un beso de su madre Josefina.
Con seguridad que ese bello recibimiento fue en Ramiriquí, esa población boyacense que lo vio nacer hace 44 años y que lo tiene como uno de sus hijos predilectos. Junto con José Ignacio de Márquez, Presidente de la República (1837-1841), y Carlos Rincón, un famoso oftalmólogo , dice él, orgulloso del amor que le tienen en su pueblo y recordando, además, que el estadio de fútbol de esa población lleva su nombre.
Ese amor de sus paisanos fue creciendo cada que el Viejo Patro , como se le conocía y se le conoce, cruzaba de primero por un premio de montaña o triunfaba en alguna competencia. Como en 1976, año en que ganó Vuelta a Colombia, Clásico RCN, Vuelta al Táchira, Vuelta a Guatemala y Clásica de Jalisco (México), entre las más importantes.
Fue tan buena su temporada, que al final del año la Asociación Colombiana de Redactores Deportivos (Acord) lo premió, por primera vez, como el mejor deportista del año. Galardón que fue compartido con el motociclista Fernando Cammaert.
Y es que José Patrocinio, en su momento, fue el mejor escalador del mundo. Cuando él prendía motores cuesta arriba no había quién lo parara. Era un cohete.
En 1883, por ejemplo, cuando Colombia corrió por primera vez el Tour de Francia, el boyacense fue líder de la montaña durante 18 etapas. Al final terminó de segundo.
Y cómo adquirió esas cualidades? Esas nacieron conmigo, pero, claro, tuve mis comienzos... Por allá en el 70, un amigo del barrio, Carlos J. Rodríguez, corría en el equipo Singer famoso porque en sus filas estaba Alvaro Pachón Morales y yo salía con ellos. Ellos en sus bicicletas de carreras y yo en una de turismeros. Eso sí, nunca les perdía el paso. Incluso, salía con Carlos J. al mismo tiempo y él me decía que me cronometraba el tiempo y me esperaba en el alto de montaña que tocara ese día. Eso ocurrió como tres veces apenas, porque de resto yo siempre llegaba primero .
En sus 17 años como deportista activo (1972-1989), José Patrocinio atravesó dos generaciones muy importantes de ciclistas colombianos: una, la que comandó Rafael Antonio Niño y, otra, liderada por Luis Herrera. La rivalidad con el primero ayudó a que salieran otras figuras, mientras que con Lucho corrí durante cinco años .
Hoy, siete años después de colgar la bicicleta, Patrocinio vive tranquilo. Es asesor de José Alfonso El Pollo López en Manzana Postobón y, aunque el equipo se acabará este año, ya tiene más o menos definido su futuro para la temporada venidera.
Pero si algo trastocara sus planes, el boyacense seguirá con sus buses y con su transporte, como lo llama él. Al fin y al cabo, de eso ha vivido desde que dejó de montar en bicicleta. En otras palabras, su pasado, su presente y futuro siempre han estado sobre ruedas.
Anécdotas y algo más...
José Patrocinio no siempre se llamó José Patrocinio. Hasta los 18 años su nombre era Patrocinio, sin el José. Cuando sacó la cédula de ciudadanía aprovechó para agregarle el otro nombre.
Claro, el nombre que le habían puesto sus padres no le gustaba. Pero, por esas vueltas de la vida, al final, en el ambiente del ciclismo, todo el mundo lo conoció como el Viejo Patro y a él ya no le sonó tan feo. Es más, le gustó.
Esa anécdota la cuenta el boyacense sentando tranquilamente en la sala de su casa, siempre dueño de un excelente humor.
Ahí, también Patrocinio cuenta que está casado con Gladis Díaz, que tiene tres hijas: Diana, Katerine y Jenny; que ha conocido 70 países, que corrió en los siguientes equipos: Ministerio de Obras Públicas, Banco Cafetero, Malta Andina, Freskola, Café de Colombia, Varta y Teka (España).
Y sigue: que tiene más de 500 trofeos, que estuvo dos años viviendo solo en el Perú, que aumentó siete kilos desde que dejó la bicicleta, que filmó una película ( El escarabajo ), que cuando dejó el ciclismo se puso a manejar un bus porque no sabía que hacer.
Que estaba en el aeropuerto de Barajas (España) esperando el vuelo de Avianca que se accidentó llegando a Madrid; y que, por encima de todo, es un tipo agradecido con el ciclismo...
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