Roma Efe Los vuelos aéreos a veces deparan alguna que otra sorpresa, pero ninguna como la que vivió la ciudadana italiana Carmen Di Pietro en un viaje de Roma a Madrid cuando su seno izquierdo, que se había retocado con silicona en Brasil, prácticamente explotó .
Iba en el avión, estaba leyendo y escuché un gran ruido, creía que había pasado algo al motor, pero era mi seno, aunque al principio no me di cuenta , dijo Di Pietro, de 29 años, al contar el episodio.
Comencé a sudar y fui al cuarto de baño. Allí me quité la camiseta, me miré al espejo y no pude hacer otra cosa que gritar: el seno izquierdo se había expandido y no sabía qué hacer.
A penas tocó tierra española Di Pietro tomó otro vuelo para regresar a Italia donde fue atendida por un médico que le reajustó manualmente la silicona, le vendó el seno y le explicó que debería volver a donde su cirujano plástico pues la silicona se había movido de su lugar.
El médico recomendó a Di Pietro que si dentro de un mes el seno no vuelve a su sitio, tendrá que regresar a Brasil, donde fue operada hace siete años por el doctor Rodríguez .
Nunca me advirtió de los riesgos que corría , dijo Di Pietro que, sin embargo, aseguró que volvería a someterse a una implantación de silicona. Otra prueba de que la vanidad humana no tiene límite.