La determinación fue adoptada por el comandante de la policía nacional, coronel Raúl Suárez Gutiérrez, conjuntamente con la Gobernación, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la Policía Cívica y gremios ganaderos de Córdoba.
Para esta actividad se vienen instalando retenes móviles en todos los caminos y se establece un riguroso control en la documentación que expiden las autoridades para permitir la movilización del ganado y certificados, esto porque mucho ganado robado es transportado con papeles falsos.
También se puso en marcha un programa de freno al ingreso ilegal de carnes en canal a Montería, procedente de mataderos clandestinos que vienen funcionando en el corregimiento de Garzones y en otros sectores rurales vecinos a la capital de Córdoba, en donde se sacrifican reses enfermas y de dudosa procedencia.
Con este plan las autoridades persiguen centralizar el sacrificio de ganado mayor en el frigorífico Carnes del Sinú, que funciona en Montería, y en los otros mataderos establecidos en algunas cabeceras municipales, con lo cual se ejercerá mayor vigilancia en el estado de las reses a sacrificarse y control al robo, mayor flagelo contra la economía de los ganaderos de Córdoba.
Suárez Gutiérrez destacó que para la vigilancia se están incrementando las bases de patrullaje en zonas estratégicas, con personal suficiente y experto, con el fin de establecer una vigilancia permanente, ya que la delincuencia en la zona rural de Córdoba opera tanto en el día como en la noche.
Para realizar esta labor se aumentó el pie de fuerza en las bases de vigilancia de las carreteras departamentales.
El gremio de ganaderos, en todos los municipios, ha mostrado su satisfacción y entusiasmo por las medidas que viene adoptando el Comando de Policía y ofrecieron toda la ayuda logística necesaria para asegurar el éxito de esta gran cruzada, que por primera vez se adelanta a escala general en el departamento.
Sostienen los ganaderos de Montería que la mayor parte de las carnes que se consume en esta ciudad y de otras cabeceras municipales son de pésima calidad por la proliferación de muchos mataderos clandestinos.