Hay una circular emitida por la empresa en abril de 1994, donde se prohibe a vehículos de servicio urbano salir a carretera. Las empresas de servicio urbano no pueden despachar esos carros a zonas no autorizadas, porque se hacen merecedores a sanciones, y si se comprueba responsabilidad de la empresa, se le cancela hasta la licencia , dijo el gerente de Rodamar, Emiliano Hernández Jiménez.
Calificó el accidente de absurdo , al tiempo que señaló que la única versión que existe es que el conductor perdió el control al ser atacado por un enjambre de abejas africanizadas.
Aseveró que no puede afirmar que el microbús -placas UGD-488- estaba o no en buen estado mecánico, porque ese vehículo desde el marzo --cuando tuvo un accidente en pleno centro de la ciudad-- no volvió a reportarse al despacho pese a los requerimientos de la empresa.
Hernández Jiménez advirtió que le hizo llegar a todos los propietarios y choferes de su empresa la circular prohibitiva, advirtiéndoles además que los vehículos no podían salir del perímetro del Distrito, ya que eso le podría acarrear problema a la entidad en el momento en que se presentara un accidente.
Dijo estar dispuesto a atender los requerimiento que sobre el particular hagan el Ministerio del Transporte y las autoridades para enseñar los documentos que demuestren que el microbús no se había reportado desde marzo y que no tenía despacho.
A juicio del dirigente transportador, Rodamar no está obligada a correr con los gastos mortuorios de las víctimas, porque cuando a los conductores se le advierte con anticipación que están bajo su responsabilidad, cualquier suceso --sea porque las autoridades los sorprendan prestando el servicio en zonas no autorizadas--, es responsabilidad de ellos.
Ayer en horas de la tarde, en medio de la consternación de la ciudadanía, fueron trasladados a la ciudad los restos mortales del conductor, sus tres hijas y el ayudante, que residían en el barrio Pescaíto.