Por ello, además del buen mantenimiento al cual debe ser sometido, hay que conocer cómo utilizar los frenos.
Todo automóvil tiene tres sistemas de frenado: la caja, el acelerador y los frenos. Para disminuir la velocidad o detenerse en forma controlada, es necesario utilizar los tres.
El acelerador se convierte en sistema de frenos, en el mismo momento en que se levanta el pie del pedal; la caja, cuando se cambia de velocidades gradualmente hasta lograr que el automóvil reduzca al máximo su velocidad, y, los frenos, cuando se pisa el pedal.
En caso de emergencia, lo primero que debe hacerse es soltar el acelerador, después usar el freno y luego sacar los cambios gradualmente. De esa manera puede frenar suave y progresivamente.
Si aplica los frenos en forma violenta, las ruedas tienden a deslizarse sobre el piso, lo que resulta muy peligroso si hay mal clima.
Para lograr una frenada efectiva y que no incomode a los pasajeros, es necesario que se aplique la presión sobre el pedal, un metro o dos antes de parar, ya que si se pisa a fondo el carro se detendrá en forma brusca y los pasajeros serán arrojados hacia adelante y luego hacia atrás.
Si tiene que frenar en una curva, hágalo lo más suave posible, porque la posición que adopta el carro en ella, hace que con una frenada fuerte se pierda estabilidad.
Tenga en cuenta que en caso de que su vehículo se deslice no debe frenar, pues si lo hace será imposible recuperar el control.
Antes de iniciar el descenso de una pendiente, haga el cambio a una velocidad más baja, con el objeto de aliviar el trabajo de los frenos.
Esto permite la máxima utilización del motor y evita que los frenos se recalienten y pierdan toda su eficacia.