Si el cocinero está interesado en aumentar la producción, puede optar por utilizar más insumos. Es decir, aumentar la escala de producción. Alternativamente, el cocinero puede mejorar sus recetas, lo que equivale a producir más con los mismos insumos. las posibilidades para obtener nuevas recetas son enormes.
Imaginémonos que el cocinero tiene 100 ingredientes a su disposición. Supongamos que cada producto utiliza sólo cuatro insumos, de manera que hay 10 a la octava potencia en combinaciones posibles. Buscar la mejor receta es lo que, en la práctica, significa aumentar la productividad.
Cómo mejorar El aumento de la productividad puede lograrse de otras maneras, por ejemplo contando con una mejor infraestructura. Imaginemos que la cocina es muy grande, de forma que los ingredientes se encuentran unos muy lejos de otros. El trabajo del cocinero será más eficiente mientras más rápido pueda disponer de todos los insumos.
Si el cocinero opta por incrementar el producto sólo a base de utilizar más insumos se encontrará con cuellos de botella. La mano de obra que necesita puede ser escasa. Puede decidir comprar más máquinas, pero eso no lo puede hacer permanentemente.
Si lo hace pierde de vista el objetivo de mejorar su nivel de vida. Por ello, la única forma de mejorar el bienestar de una sociedad en el largo plazo es mediante aumentos en la productividad.
Por ello, no es sorprendente que según un estudio reciente del Banco Mundial en los países del Este Asiático sólo dos tercios del rápido crecimiento observado en la posguerra sean atribuibles a la extraordinaria acumulación de capital físico y humano. Un tercio del crecimiento es, entonces, resultado de una mayor eficiencia, o lo que es igual, del aumento en la productividad total de los factores.
No solo tecnología Los aumentos en productividad no son necesariamente resultado de grandes descubrimientos. Normalmente, la mayor eficiencia se asocia con innovaciones como los computadores.
Es indudable que los avances en la informática y las telecomunicaciones guardan una estrecha relación con los aumentos en productividad. Pero eso es solo parte de la historia.
Ilustremos este punto con un ejemplo. Supongamos que en la industria de la confección se requieren 52 pasos independientes para armar una camisa. Esto quiere decir que hay 10 a la 68 formas de ordenar estos pasos de diferente manera. Es cierto que probablemente no todas estas 10 a la 68 secuencias sean viables (no se pueden coser los botones antes de cortar la tela).
Sin embargo, aún si solo una fracción de las secuencias es aplicable, habrá muchas secuencias posibles (recordemos que 10 a la 68 es un número muy grande).
En Colombia en los últimos años hemos basado el crecimiento en la acumulación de factores productivos, especialmente el capital, las ganancias en productividad han sido modestas, lo cual nos obliga a pensar mucho más en qué hacer para acelerar su crecimiento. Por ahora, simplemente no olvidemos que los pequeños cambios en cada unidad productiva son tan importantes para entender el crecimiento como las grandes ideas.
(*)Ex ministro de Desarrollo e investigador asociado de Fedesarrollo.