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OTRA PENA MÁXIMA PARA EL AMÉRICA...

Allí estaban los dos, cada uno por su lado en el inmenso campo de juego del estadio Mineirao de Belo Horizonte.

Ellos, Antony de Avila y Alex Escobar, los más veteranos, los vencedores, y también perdedores de mil batallas futbolísticas, habían fallado en el momento crucial, en el de la definición desde los lanzamiento de los doce pasos.
Quién sabe qué pensamientos les pasaban por la cabeza en ese momento de desconsuelo. Lo cierto es que América se quedó por fuera y Atletico Mineiro avanzó a la final de la Copa Conmebol.
Detrás de ellos, en un estallido de felicidad y llanto, los jugadores del Atletico, algunos sin camiseta, empezaron la celebración.
La historia no es nueva, y mucho menos para un América que ya parece acostumbrarse a perder en las definiciones desde los doce pasos.
El cuadro rojo cayó en los noventa minutos reglamentarios 0-1, con soberbia anotación de Leandro en el minuto 6 del segundo tiempo, por lo que fueron inevitables los penaltis de definición.
En el juego en Cali, los diablos habían conseguido un estoico triunfo después de vencer 4-3 a los brasileños tras ir perdiendo 0-2.
De Avila, el casi infalible en el área rival, el verdugo de docenas de arqueros, en el primer cobro americano, envió la pelota por encima del arco defendido por Taffarel. Algo que hizo recordar aquella noche de 1986 en que en el lanzamiento definitivo en la final de la Copa Libertadores ante Argentinos Juniors, Vidallé, el arquero del cuadro argentino, logró detener.
Escobar, el eximio cobrador de penaltis, el maestro de la zurda, el inspirador de incontables delirios de la hinchada americana no pudo contra la agilidad de Taffarel, que logró desviar.
Allí quedaron las aspiraciones de América pues los cuatro cobradores del Atlético Mineiro anotaron (Renaldo, Ezio, Leandro y Paulo Roberto) convirtieron. Por América anotaron Dinas, Bermúdez y Hernández. Al final la tanda quedó 4-3 a favor de los brasileños.
El partido fue duramente disputado con los locales lanzados a un constante ataque en busca de obtener los dos goles de diferencia.
Pero los colombianos aplicaron un fuerte esquema defensivo, con peligrosos contragolpes, lo que mantuvo cerrado el tanteador hasta los 51 minutos, cuando Leandro convirtió con violento disparo desde fuera del área.
En el minuto 45 de la etapa inicial, un avance de John Wilmar La Pelusa Pérez pudo haber cambiado la historia cuando tuvo la clara oportunidad de fusilar a Taffarel en un momento clave del choque, pero se enredó, y la pelota salió desviada.
También Leonel Alvarez tuvo su oportunidad en el minuto 89, pero la rápida salida del arquero brasileño evitó la anotación.
Por su parte, el Mineiro puso en jaque en varias oportunidades el arco de Córdoba, que estuvo flojo en el juego aéreo, aunque en otras intervenciones exhibió seguridad. Solo Leandro logró vencerlo con ese disparo de larga distancia al ángulo izquierdo del arco del vallecaucano.
La Copa Conmebol, otro anhelo que se le escapa al América, quizás por el infortunio en el cobro de los penaltis, quizás por la actitud tan defensiva que mostró en Belo Horizonte, quizás por los errores infantiles que cometió en Cali, cuando el Atletico Mineiro casi le pinta la cara.
Ese día ganaron, pero hoy el destino, y por supuesto, Leandro, les pasó su cuenta de cobro.
Los brasileños se quedaron celebrando, mientras De Avila y Escobar, dos de los estandartes del América, de los que no se esperaba que fallaran, aún recuerdan su infortunio...
En el juego, arbitrado por el uruguayo Julio Matto, los equipos alinearon así:
Atlético Mineiro: Taffarel; Alcir (Carlos), Ademir, Ronaldo y Paulo Roberto; Doriva, Lopes, Cairo (Silva) y Leandro; Renaldo y Ezio.
América: Córdoba; Cardona (González), Bermúdez, Ortegón y Máziri; Alvarez, Pérez, Castillo (Hernández) y Dinas; Escobar y De Avila.
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