"No hay compositor que yo haya grabado de manera tan dedicada. Para mí, es el punto clave de la música y de la cultura occidental en general. Continúa dándome alegría y claridad como músico y como hombre", afirma el pianista, quien estará en concierto mañana, en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, de Bogotá.
Su recital es el primero del Ciclo de Piano, que tendrá lugar en ese escenario los sábados 13, 20 y 27 de agosto, y 3 y 25 de septiembre (ver 'Otros invitados').
El repertorio de mañana incluye la Partita No.1 en si bemol mayor de Bach, la Sonata en do menor, la Patética, de Beethoven, y las baladas No.1, 2, 3 y 4 de Chopin.
"Trato de incluir siempre algo de Bach en mis recitales, y este es un programa muy balanceado. Todas las baladas de Chopin las toco sin pausas. Es muy intenso. A la gente le va a encantar", adelanta.
Con una carrera brillante (a los 12 años ya era solista de la Filarmónica de Moscú), ha sido profesor de piano desde su llegada a EE. UU. y entre sus estudiantes ha tenido a colombianos, como Carlos Rodríguez.
Su relación con Chopin también ha estado presente desde el inicio de su carrera, y hace parte de su repertorio por encima de los compositores rusos: "Para cualquier pianista, Chopin es un nombre indispensable que siempre gozarás interpretar y así mismo lo hace el público. Cuando público y artista aman lo mismo, algo bueno va a pasar"