Pasión del gol, sin fecha en el calendario

No hubo achaques ni dolores que valieran. Ellos desempolvaron las camisetas amarillas y azules de Colombia y bajo el intenso sol caleño, los abuelos les mostraron a los más jóvenes que ellos pueden animar y apoyar más que cualquiera. Como en la canción 'Caballo viejo", el amor, en este caso por el fútbol, "no tiene horario ni fecha en el calendario".

Por ejemplo, Mery Sánchez y Mery Caravalí, madre e hija, son una doble pasión.

Una tiene 69 años y la otra 87. Apenas supieron del Mundial, dicen, "fuimos las primeras en comprar las boletas". Y son bien patriotas. Mery Sánchez demuestra su fervor por la Selección de Colombia, dándole un beso a su camisa. Juan Antonio Andrade no se queda atrás: tiene 75 años y 20 de ellos dedicados al atletismo aficionado. 'Corrió una maratón' para ganarle al reloj y llegar a tiempo al partido de Nueva Zelanda contra Camerún. Salir a coger Mío (el bus), correr a hacer fila en occidental y finalmente sentarse en la silla fue una carrera que valió la pena. Como dijo: "Con mis ojos puedo ver el nuevo e imponente estadio". Doña Graciela Gómez, con sus 80 años, 'regateó' sus dolencias y decidió anotarle un gol a la rutina. Y con su nieta fue a demostrarle al estadio que sus primeros hinchas aún están en forma. La remodelación del estadio, también renovó el deseo de los caleños por asistir a los partidos de fútbol, en especial, de los adultos mayores, quienes volverán a la costumbre de agolparse alrededor de las instalaciones del Pascual Guerrero. Y como lo dijeron ellos: "Tenemos cuerda pa' rato"