Por un lado, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, se mostró contrariado por la negación de la Casa Blanca de enviar los acuerdos hasta que los legisladores acepten renovar el programa de Asistencia al Ajuste Comercial, que financia el readiestramiento y beneficios de salud a los trabajadores que han perdido su empleo por las importaciones o por el traslado de empresas al extranjero.
"En momentos en que 14 millones de estadounidenses están buscando trabajo, quieren retener estos conocidos acuerdos que crearán empleos a cambio de un permiso para gastar más dinero. Es desconcertante", afirmó McConnell.
El legislador considera que es necesario "separar estos temas y avanzar con estos pactos comerciales", indicó.
Por su parte, Orrin Hatch, el principal republicano de la Comisión de Finanzas del Senado, acusó a la Casa Blanca de presentar una excusa tras otra para no enviar los tratados al Congreso, para que sean ratificados y puedan entrar en vigencia. "Esta política comercial esquizofrénica no hace más que perjudicar a los trabajadores y nuestra recuperación", sostuvo Hatch, quien señaló que los pactos serían aprobados con apoyo bipartidista si Obama los enviara al Congreso.
Ya la secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo confiar en la aprobación del TLC y pidió a Colombia "no desanimarse" con las disputas entre demócratas y republicanos