Lo mismo le sucede con la información. Adora las revistas de mecánica, ciencia, política, deportes... porque le ofrecen lo suficiente para saciar su curiosidad sin tener que gastar energías en especializaciones complicadas.
Sin embargo, es un buen lector de novelas. García Márquez, Invirng Wallace, Forsyte, Kundera... Eso sí, el libro tiene que cogerlo en el primer capítulo, si no lo archiva, como tiene la poesía por considerarla un género improductivo.
Los libros fueron sus mejores compañeros en su época de nerd: se la pasaba leyendo, no iba a fiestas, era timidísimo y sólo hablaba del país con los grandes .
Ellos son una de las razones por las que estudió derecho. Quería heredar la gran biblioteca de su abuelo y su papá, los dos abogados. Parece que lo logró pues sus seis hermanos no están muy interesados; ninguno heredó la vocación de jurista. El tampoco. Andrés Talero Guitiérrez terminó materias en la Javeriana, aunque nunca se graduó. El derecho era una buena formación para convertirse en lo que realmente quería ser: periodista. De ahí que la universidad montara el periódico Agora.
Dirigir empresas periodísticas es su forma de ejercer. Es más hábil para la administración que para escribir. Por eso se sintió en su salsa los tres años que estuvo frente a la revista Aló, cargo que dejó hace unos meses.
Ahora se aleja un poco del periodismo para, en cierta forma, ejercer el derecho. Esta semana se va para Miami, como cónsul general de Colombia en esa ciudad. Es una forma de ir acercándose al poder, que tanto lo seduce, aunque su temperamento no le da para discursos en plazas públicas. Prefiere trabajar tras bambalinas. El kinder Gaviria estaría perfecto para este bogotano de 32 años.