En esos días, Calderón vivía momentos felices. Se le consideraba como otro valor que entregaría la institución verdiblanca en poco tiempo al balompié rentado.
Todos querían entrevistar a ese arquero que empezaba a descollar no solo a nivel nacional sino internacional porque había ayudado, con sus actuaciones, a conseguir el tiquete para el Mundial Juvenil que tuvo como sede a Tokio, Japón.
Será un arquero que dará mucho que hablar , decía por ese entonces Basílico González.
Las palabras del estratega nacional estaban respaldadas por la agilidad y dominio del área de Calderón, a quien se le veía sonriente por la fama.
Sin embargo, los meses transcurrieron sin novedad y todo esa llamarada se fue apagando hasta que, con motivo de los VII Juegos Nacionales Universitarios, otra vez, en el camino de la información, apareció Eduardo Calderón y las cinco mil personas que acompañaron a los integrantes del equipo de la Universidad del Valle, gritaban, en cada acción, Eduardo, Eduardo, Eduardo .
En la memoria de todos volvieron las salidas ágiles y acertadas de Calderón con la selección Colombia que orientó Basílico González. Más de una persona se preguntó, al salir a cortar un centro o evitar la caída de su valla, qué había sucedido con él en el Deportivo Cali, institución que le entregó sus derechos deportivos porque usted no va a crecer más .
Eduardo aceptó la decisión de quienes orientan las divisiones menores de los azucareros y luego de tres meses de silencio, habló.
Un día me dijeron que no podía seguir en el Cali , dice. Entonces, me dediqué a mis estudios y ya estoy en quinto semestre de Ingeniería Civil .
Los 1,76 metros de su estatura lo apearon de la gloria que pretendía. Durante los partidos que disputó Univalle volvió a demostrar reflejos de felino y gran seguridad tanto arriba como abajo. En cada acción escuchó el aplauso y eso le dio fortaleza.
Ahora voy a seguir en el fútbol pero con el equipo de la Primera C de la universidad , recalca Calderón. Haré un trabajo especial siempre y cuando me lo permitan los estudios. Al menos así se lo he planteado al profesor Finot Castaño .
Cuál es la versión del Deportivo Cali? Juan José Aguinaga, secretario ejecutivo de la Escuela de Fútbol del Cali, dice que Eduardo solo entrenaba un 40 por ciento pero ocasionaba, debido a sus condiciones, un desajuste futbolístico porque en la mayoría de los partidos, en el torneo de la Primera C , actuaba de titular, a pesar que Harold Vásquez y Jorge Ordóñez trabajaban durante toda la semana. Ricardo Martínez, técnico del equipo, prefería a Calderón por lo que le aportaba al grupo pero no era justo. Hay que hacer una salvedad: Vásquez y Ordóñez nunca protestaron pero otros jugadores ya empezaban a hablar de esta situación que no les parecía normal. El nunca pudo acomodar su horario académico con los entrenamientos del equipo a pesar que el Cali le daba el 50 por ciento del pago de la Universidad .
Igualmente, Eduardo, de igual nombre que el hijo, decía en la Escuela de Fútbol que prefiero ver a mi hijo como un buen ingeniero como yo en vez que diga la gente que es un excelente futbolista .
A pesar de las condiciones innatas para el arco que posee Calderón, salió del Cali y se convirtió en figura con Univalle. Los 1,76 de estatura del 15 de febrero, cuando le hicieron la medición en el onceno azucarero, fueron los mismos de principio de agosto y los mismos 1,76 metros de hoy.
Los médicos me han dicho que no crezco más , expresa con tristeza Eduardo. El día que me dijeron que no pertenecía más al Cali viví momentos de gran angustia. Fue volver a la realidad después de haber construido un sueño con el fútbol. Los estudios me han ayudado bastante a superar esa situación .
En los recuerdos de Calderón quedó el título suramericano que consiguió con la Selección Colombia y su participación en el Mundial de fútbol que tuvo a Tokio, Japón, cuando fue dirigido por Basílico González.