Protestaban los auriverdes porque, a su juicio, el segundo gol de Colombia, anotado por Ricardo Ciciliano, fue materializado con mano previa. Eso les costó la eliminación del Mundial.
Los ánimos ya estaban calientes por la doble expulsión: primero Marco Aurelio por falta desde atrás a Bolaño.
Y después por la roja que le mostró a Sergio Vinicis, jugador que salió despavorido tras el segundo tanto colombiano, para protestarle a Ortubé. Lo tomó por el cuello y lo zarandeó.
Una vez terminó el encuentro, en manada se dirigieron al juez y por lo menos dos jugadores lo agredieron. Tuvieron que acudir en primera instancia los líneas para proteger al central y posteriormente los agentes del orden coparon la cancha para evitar los disturbios.
Es que todo el tiempo, el banco se metió con el juez boliviano. Humberto Redhes, su técnico, salió una y otra vez a protestar las decisiones.
Afortunadamente, tras la entrada de la policía la bronca amainó. Pero indudablemente que la sanción será drástica, más aún cuando fueron eliminados.
Se recuerda que en el Mundial Juvenil de Portugal, hubo desórdenes protagonizados por Argentina, con el delantero Esneider a la cabeza. El jugador fue suspendido un año y su país inhabilitada para actuar en el Juventud de América realizado el año pasado en Medellín.