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LA FUERZA CALLADA

El país aún no sale de su estupor. Un desconocido, para colmo de males evangélico, se convierte en estrella política de la noche a la mañana, sin maquinaria electoral, sin propaganda, sin figuración en las encuestas. Jaime Ortiz Hurtado es el antipolítico. De dónde salió el gentío que votó por él? De las iglesias cristianas. Pero... son tántos los no católicos? uff! son muchos más de los que se acercaron a las urnas aquel día del Señor (domingo). No sé cuántos judíos, musulmanes, hinduístas, mormones, testigos de Jehová o simplemente agnósticos haya en Colombia; pero los evangélicos somos ya más de dos millones contantes y sonantes.

DARIO SILVA SILVA
Por qué no se sabían esas cifras? Muy simple. Cada país tiene una religión oficial a la cual dicen pertenecer aún los indiferentes, porque eso les otorga cierta seguridad. Protestantismo en Estados Unidos, islamismo en Iraq, judaísmo en Israel, etc. A lo anterior se suma la connotación despectiva que tiene entre nosotros la palabra protestante , por lamentable ignorancia histórica sobre la reforma, sus antecedentes, desarrollos y consecuencias.
Y, por supuesto, llamarse protestante hoy en día suena algo anacrónico, auncuando el auténtico cristiano será siempre un protestante en el cabal sentido de la palabra. Nuestra patria es, aparte del Islam, el último reducto del unanimismo religioso, y ello pese a que gran parte del clero católico ha atemperado su rígica postura tradicional.
Aquí se llega hasta el extremo de aceptar de buena gana sistemas orientales como el budismo o la meditación trascendental, antes que reconocerles a los evangélicos categoría de hermanos en la fe de Jesucristo. El Concilio Vaticano II, que buscó aproximaciones entre las dos grandes fuerzas mundiales de la cristiandad, fue desechado casi inmediatamente después del deceso de su promotor, el Papa Juan XXIII, desoyendo al propio Salvador, quien nos dio un ejemplo de antisectarismo que todos haríamos bien en imitar:
Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tú nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es . Marcos 9:38-40.
Debido a restricciones de orden legal, los evangélicos comenzaron su trabajo en los estratos marginales de la sociedad, lo cual generó una subcultura religiosa que llegó hasta la soterrada lucha de clases, ya que al fin y al cabo, los oligarcas eran católicos.
Jesucristo no llevó al intelectual Nicodemo ni al millonario Zaqueo su mensaje de salvación. El comenzó por los pescadores del lago de Galilea, hombres de fe llana y simple, sin vanos razonamientos. Pero, una vez creado el núcleo de los humildes alrededor del Maestro, Nicodemo lo visita de noche para preguntarle cómo es la cosa del nuevo nacimiento, y Zaqueo lo invita a cenar a su casa. Colombia está saliendo de la época de los pescadores para entrar en la de Nicodemos y Zaqueos.
Pero en estas tropicales latitudes aún hay quienes sueñan con el cardenal de Richelieu aplastando a los hugonotes.
No pisaremos la cáscara fácil de atacar a los católicos. Personalmete nada tengo contra ellos; si hasta uno de mis hermanos de sangre es sacerdote; pero percibo que, así como yo no llegué al conocimiento de la verdad a través de esta iglesia, hay muchos compatriotas en el mismo caso. El cristianismo debe presentar opciones, no imposiciones. Necio sería trasladar al belicoso medio colombiano la anacrónica guerra de Irlanda, como un nuevo factor de perturbación. La aspereza frente a los adeptos de Roma no hace parte de nuestras estrategias pastorales. No luchamos para saquear de fieles a otros templos, sino para colmar el nuestro de quienes aún no conocen a Jesucristo.
Las elecciones han permitido que la fuerza callada salga a flote parcialmente, pues también en la Unión Cristiana hubo abstencionismo. Esta calistenia comicial, con todo, permitirá en el futuro una más nutrida participación. La Constitución ortopédica con la que Colombia ha llegado a trancos hasta el borde del siglo veintiuno consagra al catolicismo como la religión del pueblo colombiano, lo cual degrada a ciudadanos de segunda clase a los no papistas.
A través de Jaime Ortiz Hurtado, los cristianos a secas, sin gentilicios ni motes, lucharemos en la Constituyente para que esa aberrante situación no continúe. Nuestra consigna será: cristianizar la política sin politizar el cristianismo.
Y es cierto que ha habido, como en toda época, falsos ministros del evangelio que incurrieron en pecados horrendos. Pero la excepción no es regla. Si los católicos tienen algún Gaitán Mahecha, los evangélicos también tenemos varios García-Herreros. Finalmente, a quienes se muestren sorprendidos de mi pastorado, les leeré esto: Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia 1 Corintios 1,26,29.
Son palabras de Pablo, el hombre que organizó grupos de sicarios para apedrear a los primeros cristianos. Controvertido periodista, trabajó durante 30 años en medios de comunicación. En 1984 se convirtió al evangelismo. Hoy es pastor y presidente de la Unión de Hogares Cristianos.
DARIO SILVA SILVA
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