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MADONNA ANTE LA ACADEMIA

La industria del entretenimiento está diseñada expresamente para absorber y acomodar aun a los talentos no convencionales. Los realizadores que ascienden y llegan deben confrontar el hecho de que el reconocimiento creciente de su obra compromete en última instancia su integridad al forzar las aristas de su idiosincrasia, si quieren acceder a vastas audiencias. Sin embargo, en el caso de Madonna ha sucedido exactamente lo opuesto. Si la incorporación involucra la asimilación de una artista marginal por la corriente principal, la incorporación al revés involucra la asimilación de una artista de la corriente principal por un grupo marginal, en este caso el creciente grupo de académicos que llena todos los días las páginas de los diarios norteamericanos y los periódicos pequeños con exceso de erudición sobre la extravagancia estilística de una celebridad que ha apoyado mucha parte del ímpetu, la impaciencia y el incierto compromiso universitario con la cultura popular.

JOSE YUNIS
Madonna ha cargado con el titubeante y poco verosímil rol de portavoz de los valores y los intereses profesionales de los profesores universitarios. Sus admiradores gastan un montón de tiempo estudiando cómo encarna ella las fantasías de la gente; en cambio, gastan increíblemente poco tiempo en discutir cómo encarna ella las suyas. Un rápido repaso a la variedad de respuestas de lo que la autoridad en mass-media E. Ann Kaplan identifica con mucha seriedad como MP , el Madonna Phenomenon , ofrece una visión fascinante no solo de los intentos de los académicos contemporáneos de neutralizar su propia marginalidad, haciendo desesperados saqueos a la cultura popular, sino también de la falta de adecuación del propio posmodernismo y de los límites conceptuales de su aplicación a las formas específicas no canonizadas de la diversión popular.
Hay una Madonna virtualmente por cada lista teórica: la Madonna Lacaniana de Marjorie Garber, dice que la reciente tendencia de la cantante de apretar la bragueta como un hombre mientras canta simboliza la tríada Lacaniana de tener, ser y parecer ; la Madonna Foucaultiana de Charles Wells, alega que en sus videos ella está instruyéndonos con un olfato Foucaultiano en el fin de la mujer ; la Madonna Braudillardiana de Kathy Schwichtenberg, lee la figuración de Madonna contra el telón de fondo de la teoría Braudillardiana ; o la Madonna Marxista de Melanie Morton, cree que Madonna sencillamente destruye las construcciones capitalistas y rechaza el corazón de los epistemes burgueses . También existe la Madonna Freudiana de Cindy Patton; en relación con el hecho de que los miembros voluptuosos de la tropa masculina de danza de Madonna aparecen a menudo en el escenario en medio del vapor pulverizado y gimiendo cuando ultrajan con masajes las fajas postizas con intensidad masturbatoria, alega que la sexualización del pecho es problematizada a través de la evocación de la envidia del pecho... e implícitamente (a través de la evocación) de los deseos de los hombres de ser lesbianas .
En la cuidadosa lectura de Barbara Bradby de la lírica de la canción Material Girl, titulada Like a Virgin-Mother?: Materialismo y Maternalismo en las canciones de Madonna, la autora, como la Patton, sondea en las profundidades de nuestros inconscientes colectivos musicales, cuando psicoanaliza las líneas only boys that save pennies/ make my rainy day esforzándose por apoyar su teoría de que Madonna no es pasiva y víctima, sino que en realidad colabora en la crianza y el cuidado materno: Podemos anotar que enseñar a los niños to save pennies (en las alcancías), es una función importante de las madres, si sus niños van a ser exitosos. Sin embargo, en este contexto de entrenamiento temprano en las casas-cunas, saving pennies evoca su opuesto, spending a penny, que los niños pequeños puedan entender como making rain. En ese sentido, en el entrenamiento se trata de save pennies, o sea la capacidad de controlar la actividad de spending a penny. Las líneas only boys that save pennies/make my rainy day pueden entenderse como la expresión de la aprobación del niño que ha aprendido a ver con un solo ojo en la situación adecuada .
Cabeza de perro
Del mismo modo como a menudo los miembros de la izquierda sentimentalizan el proletariado, así los académicos han comenzado a sentimentalizar la cultura popular, atribuyéndole toda clase de admirables características que no tiene, en especial el potencial de radicalizar a las masas amontonadas, proporcionando a los típicamente pasivos espectadores de MTV con lo que ahora se denomina un muro de contención (o en el libro de Charles Wells, A cite of contention), un foro subversivo dentro de la corriente principal, en la cual los realizadores socialmente conscientes pueden retar activamente las ideologías patriarcales.
En la retórica inflacionaria del MP, sin embargo, la cola inevitablemente muerde la cabeza del perro y Madonna emerge, no sólo como una artista pop, sino como la estrella más significativa de fines de siglo veinte : en las reconocidas piezas maestras de su oeuvre, en canciones como Cherish, Papa Don t Preach y Like a Prayer destruye las creencias fundadoras del humanismo liberal , reescribe algunos niveles muy fundamentales del pensamiento Occidental , y más aún, desafía el dominio avanzado de la cultura Occidental por el Protestantismo .
En su libro, Madonna s Postmodern Feminism, Kathy Schwichtenberg lidera la apocalíptica anotación característica de la erudición universitaria sobre Madona: pensando con el deseo, especula acerca de la utopía sexual que podría resultar en Norteamérica si se implementara la agenda de la realizadora del hedonismo sin tapujos y su misteriosa capacidad de pluralizar las relaciones sexuales y transgredir las líneas y bordes que fragmentan la polaridad sexual . En la visión de la Schwichtenberg, el mundo según Madonna sería tan emancipado, tan perversamente polimorfo, que todos nosotros podríamos manifestarnos y participar en una franja de identidades tales como una lesbiana heterosexual, un heterosexual lesbiana, un macho lesbiana, una mujer gay macho, o aun una feminista sexual radical .
El crecimiento meteórico del MP refleja los cambios que están sucediendo en la percepción del arte popular, no solo entre los académicos, sino entre la corriente de los críticos de arte pop en general. En las dos últimas décadas ha habido un irónico cambio de papeles entre los más grandes sectores de comentaristas culturales en la sociedad norteamericana. La mayor parte de los críticos están asumiendo gradualmente el palio abandonado por los académicos, el de Custodios del Arte Culto, criticando a Madonna como a una oportunista sin talento, un monstruo creado por la máquina publicitaria, un sucio flagelo en una escena musical pop incesantemente vulgar; mientras que otros académicos se envuelven en una bandera populista y consideran a Madonna ni más ni menos que como una revolucionaria de origen popular.
El mecanismo psicológico subyacente a esta orgía de observar la vida de las gentes de baja condición desde la Universidad, tiene, en mi opinión, poco que ver con el genuino interés de los participantes en la cultura popular, y aun menos con el placer real que ella proporciona. Más bien, está motivado por factores profesionales dentro de la academia, específicamente por el deseo de muchos académicos de demostrar su importancia social. El Fenómeno Madonna no tiene que ver en realidad con Madonna como tal, sino que se relaciona con una insatisfacción por los insultantes estereotipos de la Torre de Marfil, estereotipos con los cuales algunos académicos desprecian el decoro de campos de estudio tradicionales en los que parece a menudo, por lo menos en los ejemplos kitsch de extremismo erudito moderno, ser una burla práctica muy bien ejecutada de las disciplinas convencionales de las artes liberales.
Diablillos traviesos
Los académicos con Madonna se ven a sí mismos como iconoclastas que se rebelan contra las asfixiantes censuras del Arte Culto, como traviesos diablillos que sacuden a los humanistas gazmoños lanzándose a sí mismos con melodrama al frente del cañón, con el objeto de escudarlo del asalto, maternalmente. Una de las grandes ironías de la totalidad del fenómeno de ir a los barrios de la baja vida es que la percepción del radicalismo por parte de aquellos que van a las raíces entre la basura de la cultura popular, desafiando las ordenanzas de la definición clásica de las humanidades, deriva de sus crecientes contactos con la cultura principal conformista, un foro que puede ser todo lo que sea, menos radical, o de modo más preciso, que sólo es radical dentro del contexto de las escaramuzas divisivas dentro de la propia universidad.
A pesar de esta nueva tendencia a sentimentalizar la cultura popular y su contenido subversivo, los estudios sobre Madonna representan el último acto de imperialismo cultural, en el sentido de que Madonna sencillamente suministra una disminución de la presión de la enjalma para el inevitable cabalgar del siempre predecible hobby de los académicos por el tema. Tales teóricos son a menudo francos en el descarado oportunismo de su pillaje del arte poco intelectual. En su prefacio a la antología The Madonna Connection Schwichtenberg declara de manera explícita que este volumen demuestra la utilidad de Madonna como un caso paradigmático para adelantar ulteriores desarrollos en la teoría cultural . Kaplan, la reconocida antorcha de los estudios sobre Madonna, se refiere a las contribuciones de la realizadora en MTV como alguien especialmente adecuada para probar el terreno de las teorías posmodernas .
JOSE YUNIS
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