Los campesinos huyen con los enseres al hombro, las mujeres con sus hijos menores en los brazos y por los carreteables se observa una romería de pobladores que escapan de corregimientos y veredas para no ser asesinados.
Los corregimientos de Chinulito y El Cerro, al igual que la veredas de Adelita, La Ceiba, Brazo Seco, Bajo Don Juan y otras, han sido abandonadas en el 85 por ciento, dijo el personero de Colosó, Julio Díaz Tono.
Los centros educativos también están solos y Wilmer Vanegas, secretario de Educación de Colosó, dijo que luego de una evaluación de la situación con el director de núcleo, se comprobó que la zona está desolada y a las escuelas y colegios sólo acuden los docentes, poniendo en grave peligro sus vidas.
En Colosó, en los últimos diez días, han sido asesinados siete campesinos y comerciantes y desde el domingo está desaparecido el concejal Everto Barreto Tovar, reinsertado del Partido Revolucionario de los Trabajadores.
Un campesino que se trasladó con la familia hasta Sincelejo denunció que los desconocidos le dieron plazo de tres horas para abandonar a Chinulito y no tuvo tiempo ni para recoger las aves de corral y animales domésticos, antes de abandonar el lugar.
Dijo que grupos armados incursionan con regularidad y asesinan a comerciantes y campesinos, trabajadores de reconocida honorabilidad. Por eso, los primeros en abandonar la zona, son los tenderos.
Las escasas familias que quedan se han hacinado en pocas viviendas para defenderse, pero por temor a retaliaciones, nadie quiere hablar sobre los hechos de violencia que se presentan en Chinulito, El Cerro y otras veredas donde operan grupos paramilitares y frentes de las Farc y el Eln.
El alcalde de Colosó, Emiro Arrieta Narváez, se reunió con el secretario de Gobierno departamental, César González Petano, para exponer la delicada situación, que iba a ser planteada al gobernador Héctor Pérez, quien está de viaje.
Según González Petano, la violencia en Sucre ha ocasionado pérdidas económicas por más de 30.000 millones de pesos, representadas en jornales de trabajo no laborados y en la caída de la producción agrícola y ganadera.
En Sucre hay 27.000 personas desplazadas por la violencia, señalan las cifras de Justicia y Paz, organización que investiga los fenómenos de la violencia y violación de derechos humanos en este departamento. (Ver mapa)