Sentado en el interior del cuarto donde permanece recluido desde el 15 de agosto de 1995, Botero entregó en exclusiva un documento a EL TIEMPO en el que resumió las razones que lo llevaron a hacer su confesión. Luego, habló durante 27 minutos a través del noticiero CM&. Dijo que el presidente Samper sabía del ingreso de dineros del narcotráfico en la campaña que lo llevó al poder y agregó que estaba seriamente comprometido con el ilícito.
La noticia sorprendió a todos. Incluso al ministro del Interior, Horacio Serpa Uribe, quien a esa misma hora se hallaba en Quibdó (Chocó).
Al filo de la medianoche, el Presidente de la República se dirigió al país. Botero miente para salvarse , expresó al tiempo que reiteraba su decisión de no renunciar a la Presidencia.
Minutos después, los comandantes de las tres fuerzas militares y el director de la Policía arribaron al Palacio de Nariño, que fue acordonado por un impresionante dispositivo militar el resto de la noche.
Más tarde se celebró un Consejo de Ministros que se prolongó hasta la madrugada del martes. Allí, Samper le dijo a sus colaboradores que quien quisiera renunciar a su cargo, lo manifestara.
El martes 23, un clima de incertidumbre política se apoderó del país. Samper convocó a un nuevo Consejo de Ministros a las diez de la mañana. A él asistieron todos, menos el titular de la cartera de Salud, Augusto Galán, hermano del inmolado dirigente del Nuevo Liberalismo, Luis Carlos Galán Sarmiento. Pocas horas después, Galán dirigió una dura carta de renuncia al jefe del Estado.
La ex embajadora Noemí Sanín y el ex candidato presidencial Andrés Pastrana, pidieron la renuncia del Presidente. En la misma línea hablaron el ex ministro Enrique Parejo González y el senador Enrique Gómez Hurtado.
Las declaraciones de Botero y la defensa de Samper, le dieron la vuelta al mundo. Casi simultáneamente, el senador republicano de los Estados Unidos, Jesse Helms, empezó a promover la idea de la descertificación para Colombia.
Las directivas del liberalismo se dividieron. La mitad de sus integrantes pidió la renuncia de Samper y la otra mitad optó por el respaldo.
Cuatro encuestas contratadas y divulgadas por igual número de medios de comunicación, revelaron que los colombianos creían más en las palabras de Botero que en las de Samper. Y por primera vez, esos mismos sondeos de opinión indicaron que la mayoría de los encuestados se inclinaban a favor de la renuncia del Presidente.
La economía se resintió. El dólar tuvo un incremento de 6 pesos y la bolsa de Bogotá registró un descenso en el valor de las acciones.
El ex presidente César Gaviria, actual secretario general de la OEA, dijo en un comunicado que la salida a la crisis debe hacerse por los caminos que señala la Constitución y pidió a Samper actuar de acuerdo con su estirpe .
Ese martes, el país despidió el día con marchas estudiantiles de protesta en la Plaza de Bolívar y con múltiples comunicados de partidos y movimientos políticos que apoyaban o condenaban al Presidente. También empezaron los anuncios sobre la convocatoria a extras del Congreso y la posibilidad de que el Gobierno acudiera a la fórmula de la consulta popular para legitimizar el mandato presidencial.
El miércoles 24, los 15 gremios de la producción más importantes del país le pidieron a Samper el retiro temporal del cargo bajo la advertencia de que el costo de la demora es descomunal para el país .
Ese mismo día, Samper se dirigió nuevamente a los colombianos y, como estaba previsto, anunció que sometería la legitimidad del gobierno a una consulta popular. Para ello, dijo que convocaría a sesiones extras del Congreso. Así mismo, solicitó al Consejo Nacional Electoral que integrara un Tribunal para que examinara las cuentas de la campaña presidencial. Pidió que se levantara la reserva del sumario de la indagación adelantada por la Comisión de Acusación de la Cámara; que la Fiscalía trasladara las pruebas aportadas por Botero a dicha célula y reiteró que no iba a renunciar a su cargo y que tampoco iba dejar al país al garete .
Horas antes de la alocución de Samper, el ex presidente liberal Alfonso López Michelsen advirtió que la consulta popular podría polarizar peligrosamente al país. El ex mandatario dijo, además, que este mecanismo engendraría en los actuales momentos un enfrentamiento que podría conducir a una guerra civil.
Juristas y dirigentes políticos se sumaron a las voces que advertían sobre la inconveniencia de la consulta. Lo propio hicieron el fiscal general, Alfonso Valdivieso, quien señaló que un referendo no puede poner en tela de juicio la labor de la justicia, y el procurador Orlando Vásquez Velásquez, para quien era más conveniente una salida rápida a la crisis.
Se produce la renuncia del embajador en Venezuela, Francisco Posada de la Peña. También es llamado a consultas el embajador de Colombia ante la OEA, Carlos Holmes Trujillo y se agudiza la división interna en el Partido Liberal y en el conservatismo. Los militares se declaran imparciales frente a la situación del Presidente.
Las marchas de protesta continuaron y se extendieron. Millares de jóvenes marcharon por la Avenida Jiménez, centro de Bogotá, hasta la Plaza de Bolívar. En otras ciudades también se registraron manifestaciones públicas.
El jueves 25, la estantería del apoyo político que aún conservaba Samper se cayó. El Partido Conservador, a pesar de estar dividido, ordenó el retiro de sus ministros del gabinete. En consecuencia, renunciaron los titulares de las carteras de Comercio Exterior, Luis Alfredo Ramos, y de Transporte, Juan Gómez Martínez, este último cuota del senador antioqueño Fabio Valencia Cossio, uno de los más fieles colaboradores de la administración.
A la renuncia del embajador en Venezuela, se unieron las dimisiones de sus colegas en Argentina, Víctor G. Ricardo y en Holanda y Países Bajos, el liberal Carlos Gustavo Arrieta. María Cristina Ocampo, también liberal, no aceptó el consulado en París.
La desbandada azul se extendió a los directores del SENA, el Fondo Nacional de Caminos Vecinales, el ICA, la Superintendencia Bancaria y el viceministerio del Transporte, entre otros.
Los voceros de los gremios económicos no aceptaron ir a una reunión solicitada por el Presidente en la Casa de Nariño y de los 15 miembros que integran la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, sólo tres atendieron una convocatoria hecha por el canciller Rodrigo Pardo.
Desde Washington, Estados Unidos, el embajador Carlos Lleras de la Fuente dijo que no renunciará al cargo y agregó que viajaría al país para reunirse con el presidente Samper.
Las autoridades electorales dicen que el costo de la consulta popular propuesta por Samper, asciende a más de 17.000 millones de pesos.
La Dirección Liberal inició consultas con los ex presidentes del partido para conseguir salidas a la crisis.
A raíz de varias amenazas contra su vida, el periodista Jorge Ramos de Univisión, el mismo que logró la entrevista con el ex ministro Botero Zea, decide abandonar el país.
El presidente Samper, en entrevista al noticiero QAP, dijo que tanto él como el vicepresidente Humberto de la Calle, habían sido elegidos en la misma fórmula, con los mismos votos y en la misma campaña, y que por consiguiente para bien o para mal, somos un matrimonio indisoluble , en un intento por incluir el nombre del Vice en la consulta.
El viernes 26, el premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez, en un breve comunicado, le pidió al Presidente serenarse y dijo que tanto él como sus colaboradores querían arrastrar con ellos al Vicepresidente Humberto de la Calle .
Al mismo tiempo, 22 notables empresarios antioqueños declararon, a través de una carta, que el vicepresidente De la Calle tiene los méritos suficientes para reemplazar a Samper y le pidieron al Primer Mandatario la renuncia para asegurar una tranquila transición democrática .
El director de EL TIEMPO, Hernando Santos Castillo, se opuso, en nota editorial, a la consulta popular por considerar que la sola propuesta había comenzado a generar enfrentamientos en diversos sectores. El ex ministro Juan Manuel Santos, en su habitual columna, le pide al Presidente de la República retirarse con grandeza .
El influyente diario de Florida, Estados Unidos, The Miami Herald, señaló en su editorial que la salida del presidente Samper es la única alternativa para superar la crisis política. El País, de España, también dedicó su editorial a Colombia y dijo que la propuesta de la consulta popular era un mecanismo demagógico y peligroso.
En un acto sin precedentes, el comandante de la segunda división del Ejército, mayor general Ricardo Emilio Cifuentes Ordóñez, renunció a una carrera militar de 35 años debido a la crisis política. Dijo que su dimisión se debía a que el Presidente no merece mi respaldo .
Cerca de 4 mil estudiantes de distintas universidades de Bogotá y otras capitales, salieron a las calles a pedir la renuncia del Primer Mandatario. Lo propio hizo un numeroso grupo de mujeres, entre quienes se encontraba Margarita de Gómez, esposa del extinto dirigente conservador Alvaro Gómez Hurtado.
Renunció el embajador en Cuba, Ricardo Santamaría. Lo propio hizo su colega de la República Checa, Edgar Marino.
En medio de la tempestad política, también se desató una serie de amenazas contra distintas personalidades del país. Los organismos de seguridad advirtieron sobre planes terroristas encaminados a atentar contra el abogado Antonio José Cancino, el ex candidato Andrés Pastrana, la senadora María Izquierdo, periodistas y dirigentes políticos y gremiales.
En la población de Guaduas (Cundinamarca), Samper fue recibido por una multitud de seguidores con pancartas de apoyo al gobierno. Allí el Mandatario dijo que no iba a renunciar a seguir defendiendo los intereses sociales de los colombianos. Los sindicalistas también le enviaron mensajes de respaldo a su gestión y en la noche se expidió el decreto que convoca a sesiones extras del Legislativo.
La Cancillería informó que quedaban cancelados los viajes del Presidente a Davos (Suiza), Madrid (España) y París (Francia). Empresarios de estos países, ante la crisis colombiana, decidieron también cancelar sus entrevistas con el Primer Mandatario.
A la avalancha informativa de esa jornada, se sumó otra noticia. El anticuario Santiago Medina, que ha sido el principal testigo en este proceso, amplió su indagatoria ante la Fiscalía. Luego, en entrevista concedida a la periodista Angela Patricia Janiot, de la cadena de CNN de Estados Unidos, reveló tres cosas: Samper promovió la idea de recibir dineros del cartel de Cali; ordenó a Medina reunirse con el ex contralor Manuel Francisco Becerra para que le entregara 300 millones de pesos del cartel para ser destinados a la campaña en dicha ciudad y se reunió, en calidad de jefe de Estado, con un emisario de la mafia en un hotel de Quito (Ecuador) mientras asistía a la cumbre de mandatarios de Río.
La Presidencia expidió un comunicado en el que rechazó las declaraciones de Medina y pidió a la Fiscalía General que informara por qué personas detenidas conceden entrevistas violando la reserva sumarial.
El sábado 27, se conoció otra renuncia: la del embajador en Alemania, el liberal Ricardo Sala, quien en su carta dimitoria dice que es necesario respaldar a la Fiscalía General.
El liberal Jorge Mario Eastman, que antes de la crisis ya había renunciado a la embajada en Chile, volvió a dimitir del cargo.
Uno de los diarios más influyentes de Estados Unidos, el Washington Post publicó un editorial en el que señala que EE.UU. debe encontrar el equilibrio en lo que tiene que ver con la certificación a Colombia. Advierte que no certificar al país, también afectará al propio país del Norte.
Desde tempranas horas, el Presidente de la República se reunió con toda su familia y sus más cercanos colaboradores en la hacienda Hatogrande, al norte de la capital. Ni una palabra ha trascendido de éste encuentro.