Medellín Con una misa que se realizó en el Centro Administrativo La Alpujarra, el pueblo antioqueño recordó ayer la trágica desaparición del gobernador de Antioquia Antonio Roldán Betancur, muerto en un atentado terrorista, el 4 de julio de 1989.
Al acto asistieron el actual gobernador, Alvaro Uribe Vélez, y secretarios de su gabinete, algunos familiares del desaparecido dirigente político, así como representantes de las principales autoridades militares y de policía de Medellín.
Roldán murió al explotar un carrobomba al paso del vehículo oficial en el que iba hacia su oficina, en inmediaciones del estadio Atanasio Girardot.
Tras la explosión perdieron la vida, además, dos miembros de la Policía, un ex concejal de Itagí, un estudiante de sicología y un obrero del tren metropolitano.
Seis años después del magnicidio, perpetrado al parecer por el narcotráfico del Valle del Cauca, la Fiscalía no ha esclarecido plenamente los móviles del mismo.
La Fiscalía sostiene que Roldán fue asesinado por error, pues el carrobomba iba dirigido contra el entonces comandante de la Policía en Antioquia, coronel Waldemar Franklin, que fue asesinado por sicarios un mes después del atentado contra el gobernador.
En el proceso por el asesinato de Roldán, la Fiscalía vinculó a ocho personas, a las cuales les dictó resolución acusatoria por homicidio con fines terroristas y concierto para delinquir. Entre los acusados está José Santa Cruz Londoño, capo del Cartel de Cali.
El año pasado, un juez regional condenó a 16 años a uno de los acusados, identificado como Carlos Mario Zapata Muñoz, por encontrarlo culpable de haber alquilado la vivienda donde se armó el carrobomba.
Los otros seis implicados son Francisco Javier Barrera Galeano, alias Morgan ; Luis Carlos Ferrer Higuita, alias Lucas ; Antonio José García Cano; Carlos Eduard Gómez Arango, Héctor Iván Vargas Giraldo, alias Pipialo , y Blanca Nubia Borja Rueda.
La Fiscalía de Antioquia espera para los próximos días nuevas decisiones entorno a este proceso.