CALI Pese al intenso sol que los acompañó durante 140 kilómetros de recorrido, desde Santander de Quilichao, cerca de 10.000 indígenas llegaron ayer a Corinto, norte del Cauca, para pedirles a los actores armados que respeten sus territorios y sus vidas.
Sobre el mediodía, el parque José María Obando, que el pasado domingo fue escenario de una incursión guerrillera, con un saldo de tres personas muertas y 17 heridas, recibió a los aborígenes, que llegaron de diferentes sectores.
Llegamos para honrar la memoria de nuestros muertos y decirles a los grupos armados legales e ilegales: ¡basta ya de tanta violencia!. También, para acompañar a nuestros hermanos de Corinto, dijo Jorge Arias, consejero de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acín).
Es una minga contra la violencia, dijo el líder Feliciano Valencia, mientras Eduardo Trompeta, gobernador suplente del resguardo de Corinto, recibía a los marchantes.
Lo que buscamos es que se conozca la situación de los diferentes resguardos y territorios donde el conflicto no da tregua. Los grupos armados nos han tomado como escudos humanos y queremos exigir que se respeten nuestros derechos, dijo Trompeta.
Luego de un corto receso, los marchantes se concentraron en una audiencia, en la que el Tribunal Indígena, presidido por 18 gobernadores, sesionó para hacer una relatoría, que será presentada a organizaciones de derechos humanos. En el documento se relacionan incursiones a territorios ancestrales, la muerte de al menos 100 líderes en la última década y la persecución de la cual aseguran han sido víctima sus líderes.
Durante el fin de semana, los indígenas regresarán a sus respectivos territorios.
Leonardo Castro