Un closet de madera de un metro de ancho por dos de alto con un televisor y una videograbadora encima, servía de refugio al cabecilla del cartel. No era una caleta ni estaba blindada, según lo comprobó el propio director de la Policía Nacional. Rodríguez Orejuela vestía una camisa con rayas delgadas rojas y azules y un pantalón azul; estaba sin afeitarse, tenía bigote y una barba de unos cinco días; lucía demasiado obeso. Su imagen era muy diferente a la que aparecía en los carteles que ofrecían recompensa por cualquier información que condujera a su captura; se veía irreconocible.
Según las declaraciones de los hombres que adelantaron el operativo, Rodríguez Orejuela solo alcanzó a decir que no le hicieron daño. Ustedes ganarons , les dijo.
Al momento de la captura tenía en su poder tres pistolas que entregó sin ninguna resistencia, también se le encontraron dos millones de pesos y equipos de comunicación. En la casa del barrio Santa Mónica le acompañan cuatro personas, dos de ellas eran empleadas del servicio, otra era una amiga personal de Rodríguez Orejuela y otro un empleado que al parecer trabajaba como guardaespaldas.
La casa donde lo sorprendieron está localizada en la parte trasera donde funciona la empresa Carvajal. El barrio de Santa Mónica pertenece al estrato cinco y limita con el cerro de Las Tres Cruces y con la Ciudadela Chipichape, un complejo habitacional de más de 1.000 apartamentos que se construye en la actualidad.
El director de la Policía Nacional, quien había llegado a la ciudad en las primeras horas de la mañana para asistir al sepelio del Jefe de Inteligencia de la Policía en Buga, Oscar Mario Muñoz, asesinado el pasado miércoles, un día después de realizarse operativos simultáneos contra los carteles de la droga en todo el departamento, dirigió personalmente las operaciones.
Los uniformados descendieron en la calle 28 entre avenidas octava y novena, tenían conocimiento de que en alguna de las residencias del sector se encontraba Rodríguez Orejuela. Llegaron hasta la casa demarcada con el número 28N-79, revisaron el primer piso sin encontrar al narcotraficante; subieron al segundo nivel, miraron habitación por habitación y al abrir uno de los closets los hombres del bloque sorprendieron a Rodríguez Orejuela. El asombro fue mutuo.
La calle 28 entre las avenidas 8 y 9 fue acordonada de inmediata y hacia las 4:15 de la tarde se confirmó la noticia. A las 4:20 Rodríguez Orejuela era transportado hacia la Base Aérea Marco Fidel Suárez escoltado por ocho vehículos de la Policía; a las 4:35 abordaba el avión King 300 que lo conduciría a la capital del país acompañado por el propio General Rosso José Serrano. Solo 15 minutos permaneció en la Base Aérea.
Pero los operativos no se suspendieron en Cali; en la residencia de Santa Mónica norte el bloque se dedicaba a revisar los documentos encontrados hasta promediar la noche.
Inmediatamente el Bloque de Búsqueda se dirigió al sector de Cañaverales y a otros sitios de la ciudad.