El Alcalde no puede alegar ahora que los problemas de movilidad lo desbordaron, pues hace un año eran previsibles el ingreso de más autos, las obras de TransMilenio y de valorización. Si no lo anticipó, su ignorancia sobre la ciudad es abismal, alega Edgar Malagón, lector de Vehículos.
Bogotá es un paso importante para quienes viajamos desde los Llanos Orientales hacia el norte de Colombia. Suponemos que el Alcalde asumirá las pérdidas económicas para la región y para los millones de compatriotas que sirven de puente económico entre la zona más rica del país y los demás departamentos, dice Josefina Duarte, en respuesta al último editorial de José Clopatofsky.
Estas tres son tan solo una muestra mínima de las cientos de cartas que han llegado a nuestra redacción, enviadas por personas que viven y sufren la ciudad cada día y reclaman de las autoridades distritales medidas contundentes para contrarrestar los efectos colaterales de la medida del nuevo Pico y Placa.
Sumados a ellos, organizaciones como Fenalco, el Automóvil Club de Colombia, las arrendadoras de vehículos, Fendispetrol, las compañías importadoras de automóviles, Asopartes y hasta quienes apoyaron la elección de Samuel Moreno a la Alcaldía de Bogotá, no pueden entender cómo se toma una decisión de tal magnitud sin prever las consecuencias.
Tengo remordimiento de conciencia de haber acompañado en su campaña al actual alcalde, pues en documentos y charlas siempre manifestó que no maltrataría más al dueño del carro particular manifiesta Germán Navas Talero, representante a la Cámara por Bogotá, en carta enviada a nuestra redacción. También prometió liberar las bahías de parqueo, pero nada de eso cumplió ( ). Espero que del metro me cumpla siquiera con un milímetro.
Por su parte, Fenalco está dispuesto a demostrar que el Pico y Placa no es más que una medida sacada del sombrero. Nosotros estamos reuniendo toda la información que nos está llegando del sector (autopartes, talleres, lavaderos de carros, estaciones de gasolina, etc.) y del comercio en general, para tomar acciones frente a esta medida, que es totalmente improvisada, dice Guillermo Botero, presidente del gremio.
Los importadores de vehículos también están seriamente preocupados. En charla informal con nuestra sección, el gerente de Automóviles de Peugeot, Mauricio Hernández, siente que el carro está siendo estigmatizado.
No contentos con ver lo que nos está sucediendo con Venezuela y Ecuador, a pesar de la crisis mundial del sector automotor y sin considerar la restricción a las placas blancas y a los camiones, ahora Bogotá (que maneja el 40 por ciento del mercado) decide cerrarnos las puertas. ¿A dónde vamos a parar? Más problemas que soluciones En contraste, las horas pico siguen igual de congestionadas y atiborradas de buses que ruedan sin las mínimas normas de seguridad para los pasajeros, con un diesel contaminante que provee el mismo Gobierno y al mando de conductores con hojas de vida que, en muchos casos, más parecen prontuarios.
Las empresas transportadoras no están haciendo uso de nuestro sistema para contratar a sus conductores, el cual contiene las hojas de vida de todos los colombianos con pase, asegura Haydée Cañizares, directora del Sistema Integrado De Multas y Sanciones (Simit).
Según lo demuestra la base de datos a su cargo, prácticamente todos los accidentes graves que involucran vehículos de servicio de pasajeros tienen como protagonistas conductores con enormes deudas en comparendos. Muchos de ellos ruedan con licencias de conducción obtenidas de forma fraudulenta, agrega la directora del Simit.
Las horas valle han favorecido a los taxistas, o al menos así lo manifestaron aquellos a quienes hemos interrogado informalmente. Para estos conductores, entre menos carros, más movilidad y, por lo tanto, más pasajeros.
Pero reconocen que los frentes de obra son igualmente críticos en horas pico o en horas valle: Suba por la 72, entre la 24 y la Séptima dice el taxista Orlando Díaz. Hay un trancón de busetas, motos y taxis que no se acaba nunca. A uno le rinde mucho más a pie.
Esto significa que la medida, diseñada supuestamente para paliar los frentes de obra, está funcionando en aquellos corredores que no tienen problema. En otras palabras, no está sirviendo para lo que fue diseñada.
Dentro de las medidas de emergencia, proponemos reconsiderar la restricción dispuesta, con ajustes al Pico y Placa anteriormente vigente, tales como establecerlo de 5 a 9 de la mañana y de 4 a 8 de la noche ( ). Se consigue el efecto de que las personas no saquen el vehículo y les permite a quienes viven de él, poder utilizarlo, propone el Automóvil Club de Colombia, en carta al Alcalde Bogotá.
Yo propongo un Pico y Placa para la mitad de los vehículos todos los días.
Consiste en que, de 6 a 8 a.m. solo puedan circular cinco dígitos y de 8 a 10 a.m. los otros cinco dígitos, y la misma situación en la tarde, entre 4 y 6 p.m., y entre 6 y 8 p.m. Para las horas valle, entre 10 a.m. y 4 p.m., solo cinco dígitos por día, y al otro día, los otras cinco, piensa el lector de Vehículos, Edison Pérez. Sea cual sea la solución, lo cierto es que la medida del Pico y Placa todo el día parece haber sido tomada a la ligera y sin tener en cuenta todas las consecuencias paralelas de las que solo se da cuenta el usuario de a pie. A juzgar por las cartas que publicamos en las siguientes páginas, pareciera como si los bogotanos hubieran pasado de la congestión a la indigestión.
Felipe Caicedo / EL TIEMPO.
500.000 Es el promedio de vehículos que, según la Alcaldía de Bogotá, deja de circular cada día por la ciudad.
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