Lleva seis años dedicado a ser el mejor corredor de pista. Y aparte de la preparación física y la constancia, tiene un buen lema que le ha dado resultado: no pensar en lo rápido que va sino en lo veloz que podría ir. Por eso, su meta es siempre ser mejor que quienes admira.
Así ya ha logrado seis campeonatos nacionales y ahora acaba de coronarse ganador del Campeonato Seis Días de San Cristóbal en Venezuela.
Es otro trofeo que agrega a la colección que tiene. Guarda hasta los recortes que salen de él. La idea es poder compartir esas alegrías con sus hijos.
Son frecuentes los momentos en que abre el baúl de los recuerdos para evitar olvidar esos triunfos. Ahí también se encuentra con sus buenas notas. Por ser buen estudiante siempre estuvo becado.
Estos recreos se los da cuando no tiene que hacer sus trabajos. Este paisa le va a poner la pinta al ciclismo. Está tomando cursos de diseño de modas en el Sena. Esa es su entretención porque definitivamente su profesión es el ciclismo, algo que heredó de su padre quien lo llevaba a las competencias.
Esa afición lo llevó a ingresar a la escuela de ciclismo de Itagí donde nació hace 21 años.
Como le empezó a ir bien en los entrenamientos se lanzó a las competencias. De triunfo en trinunfo se engolosinó con el deporte. Por eso, ya poco de fútbol. Ahora, puro ejercicio físico y algo de aeróbicos.
A pesar de su edad, es un hombre calmado que le gusta escuchar boleros, rancheras y tangos, sin nada de aguardiente, si acaso una cerveza.
No es muy parrandero y prefiere quedarse en su casa con sus cuatro hermanos. Su disciplina le da hasta par ir sin falta los domingos a misa junto con su novia.