En Lima, Millonarios empató a un gol con Alianza Lima, mientras que en Medellín, Nacional derrotó 3 por 1 a Peñarol de Uruguay.
Millos pudo contar otra historia Hasta el minuto 30 del segundo tiempo, Millonarios tuvo cómo ganar el partido. Pero en los últimos 20, porque el árbitro pitó 50, pudo haberse ido derrotado de Lima.
El empate 1-1 ante el Alianza es bueno, siempre y cuando el subcampeón colombiano refrende su poderío como local, dentro de ocho días en El Campín.
Anoche, con un fútbol más práctico que vistoso, alcanzó la paridad con su similar peruano, aunque si hubiera concretado alguna de las cinco opciones que desperdició al comienzo del segundo período o de las tres que alcanzó a fabricar cuando terminaba el primero, otra historia se estaba contando.
Primero que todo hay que decir que respecto del equipo timorato e indeciso que viene actuando en la Copa Mustang, al que se presentó anoche en el estadio de Matute, hubo una buena diferencia.
En la medida en que algunos jugadores, caso Bonner, Alvarez, Yesid, León, amparados en el gran momento de López, recuperaron parte del nivel que se les conoce, por lógica el trabajo colectivo fue igualmente en alza.
Manejaba bien Millonarios la pelota y el control del campo, hasta que se produjo el tanto del local de Mario Rodríguez, a los 20 minutos, por un error entre Flaminio y Niño, que no acertaron en despejar pronto el balón del área.
Pero ese gol en contra sirvió para mostrar de qué era capaz del conjunto bogotano. Y, más en función de ataque, con Rendón más metido en su papel de guía, le alcanzó a los azules para de a poquitos, comenzar a aparecer en la cancha de rival.
Y si bien es cierto el gol de la paridad llegó por un enorme error del patadura de Sozzani, a los 30, Millos ya lo merecía.
De ahí en adelante, fue más el visitante, pero faltó puntería en el momento definitivo de liquidar el compromiso. Las opciones se crearon, se tuvo dominio y control del balón, pero no apareció el disparo mortal.
Entonces, Alianza, mucho más alegre en ataque con el ingreso de Sáenz, presionado por el reloj y alentado por su público, echó los restos en el último cuarto de hora.
Lente, en dos ocasiones solo frente a Cancelarich, el propio Sáenz, luego Muchotrigo y hasta Basombrío, tuvieron con qué darle una satisfacción a sus seguidores. Para tampoco supieron concretar.
Quedan pues, 90 minutos en Bogotá para saber quién pasa y quién se queda. Aquí, hay mucho pesimismo, porque saben de lo difícil que será el choque de vuelta.
Millonarios, por el momento, mostró mejoría y ya cumplió con el primer objetivo: sacar un buen resultado en Lima. Hasta el próximo miércoles, entonces...