El primer caso se registró en el sitio Las Coloradas en el estado Táchira, en Venezuela, donde el ganadero Vicente Contreras y Neleyda Márquez fueron interceptados por unos diez hombres fuertemente armados, que se los llevaron aparentemente hacia territorio colombiano, según la Policía Técnica Judicial (Ptj).
Los delincuentes usaron el carro de los secuestrados para huir del sector y luego cruzaron el río Arauca, en el sector del Uribante Caparo, en una canoa. Se sindica del hecho a la guerrilla colombiana.
Mientras tanto, a la altura del kilómetro tres de la vía Cúcuta-Los Patios, cuatro sujetos que se movilizaban en una camioneta de placas venezolanas, secuestraron a Ricardo Wittenzeller, de 17 años, hijo de un ciudadano alemán.
El muchacho esperaba el bus escolar cuando fue sorprendido por los secuestradores.
Según las autoridades, los autores de este secuestro utilizaron dos vehículos, el primero de los cuales fue abandonado y estrellado en cercanía de la urbanización Juana Paula; el segundo fue incendiado en la vía a Pamplona.
Los organismos de seguridad intensificaron las operaciones para dar con el paradero de los secuestradores. El 15 de abril, en Chinácota había sido secuestrada Yamin Amhar Ramírez, de 12 años.
Los secuestros en la frontera , especialmente de empresarios venezolanos por guerrilleros, son causa frecuente del deterioro de las relaciones entre Colombia y Venezuela.
En la zona hay creciente actividad delictiva.