Él es un amigo de Colombia (...) con él ha existido diálogo y hemos trabajado con su equipo. Con él tenemos entrada, asegura Barco, a quien le espera una ardua tarea con ese nuevo Gobierno.
Barco recordó que el presidente Álvaro Uribe se viene reuniendo con Biden desde el 2002, cuando este dirigía el Comité de Relaciones Internacionales del Senado de E.U. y es amigo del ex presidente Andrés Pastrana y del ex embajador Luis Alberto Moreno.
El interés de Biden por Colombia viene desde la gestación del Plan Colombia, que impulsó como senador.
Y aunque solo ha visitado el país en dos ocasiones, en una de ellas se quedó en la Casa de Huéspedes invitado por el entonces presidente Pastrana, luego de que el avión en el que viajó sufrió una falla.
Pero esta no es la única carta que se juega el Gobierno de Uribe para enfrentar el nuevo mapa político en E.U., tanto en la Casa Blanca como en el Congreso.
También buscará capitalizar la cercanía lograda con Rahm Emanuel, el representante demócrata que fue designado como jefe de gabinete de Obama.
Según Barco, con él se han reunido varias veces para hablar de Colombia.
Ese lobby también podría dar resultados con el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, quien suena como posible Secretario de Estado y con el colombiano Dan Restrepo. Este último fue asesor de Obama para asuntos hemisféricos y ahora se perfila como candidato para el Consejo de Seguridad Nacional, como asesor de asuntos latinos.
Tampoco se descarta la tarea que puedan cumplir los expresidentes demócratas Jimmy Carter y Bill Clinton. Incluso, Uribe contó el pasado viernes en Barranquilla que ese día sostuvo una llamada de vital importancia para el país con Clinton.
El Gobierno pretende también sacarles jugo a las visitas que han hecho congresistas demócratas al país.
Por ahora, en Colombia se cree que los temas de la agenda bilateral no van a cambiar y que el país seguirá siendo aliado estratégico de E.U.
De eso está convencido el hoy presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno. Con el cambio de gobierno, cambian los acentos de las política, pero no la relación, dice.
En la administración de Uribe saben que el tema de los derechos humanos influirá en las decisiones que se tomen con respecto al TLC y los recursos del Plan Colombia.
Es algo que, incluso, los republicanos del saliente Gobierno de Bush miden con rigor. Prueba de ello es el veto que hicieron de la asistencia a tres unidades militares cuestionadas por el escándalo de los falsos positivos