Los sondeos habían dado una imagen completamente falsa de la campaña , dijo el ministro de Educación, Francois Bayrou.
Tras los resultados de los comicios del domingo, los sondeos franceses han visto cuestionada su credibilidad, lo que afecta su imagen para la segunda ronda electoral que se celebrará el 7 de mayo para escoger el sucesor de Francois Mitterrand.
Los sondeos realizados antes de la votación del domingo situaban al alcalde de París, Jacques Chirac, cómodamente al frente de la carrera electoral y muy por delante del primer ministro Edouard Balladur y de Jospin.
Algunas encuestas mostraban a Jospin por delante de Balladur, mientras que otras situaban a ambos candidatos luchando por el segundo lugar, una posición crucial ya que en la segunda ronda electoral sólo participan los dos primeros candidatos.
Las encuestas simplemente descartaban a Le Pen.
Sin embargo en la votación del domingo Jospin obtuvo la primera posición con el 23,30 por ciento del voto, seguido por Chirac con el 20,84, Balladur con el 18,58.
Por su parte, Le Pen consiguió el 15,00 de las papeletas electorales.
La firma de encuestas SOFRES reconoció que los resultados fueron inesperados e imprecedentes.
Nicolas Sarckozy, ministro del Presupuesto y brazo derecho de Balladur, ilustraba su evidente desencanto por el desenlace con una declaración en la que planteaba el problema de la divulgación de sondeos, tan cerca de las elecciones .
Las primeras víctimas de la jornada electoral han sido los institutos de opinión, que han sido barridos , sentenció Sarckozy.
Sin embargo, las firmas de sondeos se apresuraron a defender sus previsiones al decir que detectaron los cambios de opinión de última hora, pero que no había forma de saber que estas variaciones eran decisivas.
La firma SOFRES agregó que las encuestas realizadas durante la última semana mostraron un índice imprecedente de electores indecisos, así como una pérdida de apoyo hacia Chirac en favor del extremista de derecha Jean-Marie Le Pen.
El 28 por ciento de los electores se decidió en los últimos días de la campaña, principalmente los conservadores.
Le Pen, por su parte, dijo que habría logrado un mejor resultado si los sondeos hubieran mostrado correctamente el apoyo con que contaba y criticó fuertemente el manejo de las encuestas.