En la Penitenciaría de Palmira (Valle) fue muerto Luis Fernando Escobar Amaya, de 20 años, durante una gresca entre varios presos.
En el hecho resultaron también heridos un sargento, un cabo, un dragoneante y dos guardias.
La directora encargada del establecimiento, Martha Elena Sánchez, se abstuvo de dar declaraciones pero decretó la emergencia del penal.
Mientras tanto, en la cárcel Distrital de San Diego, los guardianes que rechazaban la declaratoria de insubsistencia de cuatro de sus compañeros impidieron a los reclusos acceder al comedor, cerrándoles con candado las respectivas celdas.
El hecho produjo algunos disturbios entre los reclusos que reclamaban su libertad para salir a desayunar y hacer sus respectivas necesidades en las diferentes secciones de la institución. La situación fue controlada por la Policía.
El secretario de gobierno distrital, Nicolás Pareja, procedió a destituir al director de la cárcel, César Del Río, por no estar supuestamente al frente de la situación.
Los guardianes dijeron que la protesta se debe a la destitución de sus compañeros Albeiro Alzamora, Harold Alzamora, William Argumedo y Aurelio Mena.
Aseguraron que no cuentan con los más mínimos elementos como armas y esposas metálicas, ni de seguro de vida y condiciones sanitarias en sus habitaciones.