En las dos últimas semanas, en la mencionada cuadra, se han presentado tres accidentes de tránsito, que han dejado varias personas heridas.
El motivo de los accidentes, al parecer, radica en el afán de los conductores de buses y busetas de servicio público, quienes por recoger más pasajeros se montan por las aceras y separadores de la angosta avenida.
El primer incidente se registró el miércoles 22 de marzo. Según lo indicó un vecino de la zona, ese día una buseta arrojó a una estudiante que se encontraba sobre la acera esperando transporte para ir a su residencia.
El segundo accidente ocurrió ocho días después. En esta oportunidad, una buseta que se dirigía de oriente a occidente se estrelló contra la casa identificada con el número 20-32 de la calle 34, derribando parte de la fachada.
Pero la situación no se detuvo allí. El pasado 3 de abril ,un bus ejecutivo que iba hacia el suroccidente de la capital, se subió al andén y a su paso no sólo se llevó una caseta de paradero que recientemente se había ubicado para que los peatones esperaran su transporte, sino que arrolló a seis personas dejándolas heridas.
Ante la racha de accidentes y la ausencia de medidas por parte de las autoridades de Tránsito, a pesar de haber denunciado los atropellos en varias oportunidades, los vecinos optaron por colgar de las ruinas del paradero un letrero. En este, les ceden el paso a los propietarios de los automotores. Eso sí, piden que por lo menos avisen cuando van a realizar una nueva pirueta para, por lo menos, reducir el número de heridos.