Antes de salir de su residencia, verifique que todos los electrodomésticos queden desconectados. Para mayor seguridad, baje los tacos que suministran la electricidad a su casa.
Revise que las llaves del agua y del gas queden herméticamente cerradas.
En lo posible, recomiende su casa a un vecino o persona de plena confianza. De no tenerla, no vaya a dejar copia de las llaves de las puertas de acceso a su residencia en las casetas de vigilancia o porterías del edificio.
Tampoco permita el acceso de extraños. Por tanto, no vaya a dejar autorizaciones para que retiren electrodomésticos o cualquier otro elemento de su casa, mientras dure su ausencia. Recuerde que por esta época la acción de los delincuentes se incrementa.
Trate de no viajar solo. Si lo hace, indique a sus familiares el sitio a dónde se va a dirigir.
Si su desplazamiento lo va a realizar en un bus de servicio público, no reciba alimentos, obsequios, bebidas o cigarrillos de manos de desconocidos. Es falso que usted se intoxique por humo, aspiración de polvo o roces con personas.
Si va a comprar licor, hágalo sólo en sitios de confianza. Verifique que las estampillas y etiquetas no estén decoloradas, sucias, rotas o desprendidas.
No reciba trago a desconocidos, constate que el color de la bebida corresponde al usual.
Recuerde que los sitios de altas concentraciones de personas son los preferidos por los delincuentes para realizar sus fechorías. Por tal motivo, no permanezca distraído ni descuide a los menores de edad en los terminales aéreo y terrestre.
Cualquier anomalía o movimiento extraño, lo puede denunciar al teléfono 112 de la Policía Metropolitana o al CAI más cercano.