Según el literato especializado en la obra de Isaacs, el libro planteó un nuevo estilo de literatura que rompe el esquema seguido por otras publicaciones de la época.
Cuando el país había culminado su proceso de independencia, vino un periodo de reconstrucción desde el punto de vista económico, político y social; las tareas urgentes eran diferentes al quehacer literario. La literatura era usada para fines políticos y sociales que tuvieran un carácter coyuntural .
Para él, con María las cosas cambian, porque el amor se antepone a cualquier otro interés y aparece con la obra, la mejor representación del romanticismo. Otro punto importante es la prosa que utiliza Isaacs en su libro, admirada por su alto nivel estético y por la continuidad narrativa que contiene el relato , agregó.
Una opinión más poética dio el abogado y escritor Javier Tafur González. Para él María es un poema en prosa donde el amor está no sólo en el personaje sino también en la naturaleza del Valle del Cauca.
Tafur sostiene que es una obra llamada a permanecer como un patrimonio universal por la manera como describe los campos y la naturaleza del departamento y por el estilo del relato que se desenvuelve poco a poco en una historia de amor, de relaciones de clase y la situación social y política de la época.
La primera lectura me subyugó por la trama y el romanticismo, una segunda lectura la realicé con un carácter sociocultural; para ver las relaciones de poder y otros factores sociales y la tercera lectura la hice por el goce estético de la obra, el ideal estético de como estaba escrita , acotó.
El escritor Gustavo Alvarez Gardeazábal piensa que el éxito de la obra se debe a que todavía se puede leer y se lee con gusto .
Según Eduardo Serrano, la obra se enmarca dentro de los límites del romanticismo europeo del siglo XIX, con influencias de autores como Chateubriand, Schiller y Lamartine.
El aporte de Isaacs está en que se adentró en un romanticismo sui generis, adaptado a las circunstancias intelectuales y sociales del país; y en ese manejo del lenguaje que fue modelo para otros escritores de Suramérica , dice Serrano.
Para él, otro punto valioso fue que Isaacs realizó un trabajo literario vigente, accesible al público y que no se quedó en la trama de amor, sino que profundizó en una reflexión de la condición humana de sus personajes.
Isaacs comenzó a escribir su novela en 1864 y la termino tres años después. Cuando se editó fue bien recibida por el público, pero solo hasta 1869 alcanzó el éxito editorial. La primera edición fue de 800 ejemplares.