En 1965, el Gobierno israelí prohibió a los Beatles presentarse en el país, por considerar que podían pervertir a la juventud del Estado judío.
El espectáculo del músico y compositor británico se realizó en el parque Ayarkón, de Tel Aviv, y fue titulado La amistad primero.
McCartney visitó la ciudad cisjordana de Belén, donde abogó por la creación de dos Estados para solucionar el conflicto palestino-israelí.
Además, recorrió anoche los lugares santos de la ciudad palestina donde la tradición sitúa el nacimiento de Jesús.
Para acceder a Belén, McCartney tuvo que atravesar dos puestos de control israelí y el muro de hormigón armado de hasta nueve metros de altura que circunda la ciudad cisjordana.
Dentro de la iglesia de la Natividad, McCartney encendió dos velas, gesto que, según dijo, era por la paz, y a la salida del recinto varios lugareños lo interpelaron para que respondiera a las críticas de que con su visita al Estado judío legitima la ocupación de los territorios palestinos.
Estoy aquí para llamar la atención sobre la situación y decir que lo que necesitamos es paz en la región, una solución de dos Estados, dijo. Sin embargo, un grupo islamista y una organización palestina insisten en que la actuación del británico apoya la política israelí de ocupación